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TEMA 11
Primeros auxilios y accidentes de circulación

Consideraciones generales

Los accidentes de circulación son una de las principales causas de muerte y de lesiones en nuestro país. Los conductores profesionales, por ser las personas que debido a su trabajo más tiempo pasan en la carretera, suelen ser los primero que prestan auxilio ante un accidente por su experiencia.

Factores que inciden en los accidentes de circulación

De entre los tres elementos que participan en el tráfico (el conductor, el vehículo y la vía), el factor humano es el que provoca más accidentes de tráfico en España.

El conductor

El conductor de un vehículo deberá tener siempre una actitud responsable al volante, debiendo conocer las normas de circulación, y evitando acciones peligrosas que le puedan distraer como el uso del teléfono móvil o el manos libres.

El nivel de exigencia al que el conductor deberá hacer frente al volante, vendrá determinado por las características de la vía, las condiciones meteorológicas, la circulación y densidad del tráfico, las normas y las señales verticales. Dependiendo de éstos factores su respuesta será una u otra en cada situación.

Es necesario que la capacidad de respuesta del conductor sea adecuada, ya que si la información que recibe del entorno es excesiva o su capacidad está mermada, la respuesta que dé será equivocada.

Su nivel de capacidad en cambio, dependerá de su formación en el aprendizaje y de su experiencia al volante, también siendo muy importante el estado del vehículo. Así pues, la capacidad total vendrá determinada por la suma de la capacidad del conductor y del vehículo.

La gran mayoría de los accidentes de tráfico en España se producen en periodos de vacaciones, siendo especialmente peligrosos los fines de semana y festivos en horas de madrugada. En el caso de los días laborables, las horas puntas más peligrosas serán las de entrada y salida del lugar de trabajo, en que se concentran un gran número de vehículos.

El vehículo, la vía y la velocidad

El vehículo es el factor que menos incide en los accidentes de tráfico, pero no por ello debemos dejar de cuidar su estado para que sea el mejor posible. En el caso de los fallos mecánicos, la gran mayoría vienen dados por un mantenimiento deficiente del vehículo, y será importante realizarlo periódicamente, especialmente en vehículos antiguos debido a su rápido deterioro. Se aconseja también realizar el reglaje de faros para mejorar nuestra visión.

En el caso de la vía, incidirán en los accidentes de tráfico no únicamente sus características y estado, sino también su visibilidad, condiciones meteorológicas, estado del tráfico y hora del día en que se conduzca etc…

El número de accidentes con víctimas (tanto muertos como heridos) es mucho mayor en vías urbanas, pero el número de víctimas, especialmente mortales, será más alto en las carreteras o vías fuera de poblado.

Curiosamente la mayoría de accidentes en carretera se producen en las rectas con buena visibilidad mediante los accidentes por salida de vía, debido a la monotonía, y es por ello que se considera a las autopistas y autovías como el tipo de vías más seguras.

Los principales errores que el conductor comete más frecuentemente son observar una velocidad excesiva o inadecuada, no mantener la distancia de seguridad con el resto de vehículos, no respetar la preferencia de paso y realizar adelantamientos y giros no permitidos.

Así pues la velocidad es la causa que tiene mayor presencia en los accidentes de carretera, ya que cuanto mayor es la velocidad que se lleva, mayor será el riesgo de accidente.

Grupos vulnerables en los accidentes de tráfico

Existen grupos de personas que tienen más probabilidades de padecer un accidente de tráfico por su perfil psicosocial:

Los jóvenes

La principal causa de mortalidad entre los jóvenes de 15 a 29 años son los accidentes de tráfico. Serán especialmente susceptibles de sufrirlos en horas nocturnas, en las grandes ciudades y sus alrededores y cuando los jóvenes ingieren alcohol y drogas en grandes cantidades.

Todo ello es debido a la falta de experiencia en la conducción de los jóvenes, el hecho de que asumen muchos riesgos innecesarios, y el exceso de velocidad e incumplimiento de normas que acostumbran a llevar a cabo.

Las personas mayores

Los ancianos acostumbran a estar implicados en los accidentes de tráfico tanto como peatones como conductores. Tendrán mayores posibilidades de sufrirlos debido a que su capacidad de respuesta ante un peligro es más lenta y pueden tardar más en reaccionar.

El problema viene derivado de la merma de sus capacidades psicofísicas como por ejemplo mediante dificultades en la visión, pérdida de audición, e ingesta de medicamentos, que pueden afectar a la conducción. Además en caso de ser víctima en el accidente su recuperación será más lenta que la de una persona joven.

Los peatones

Los peatones son un grupo muy vulnerable en los accidentes de tráfico, especialmente en los atropellos debido a las lesiones que pueden sufrir. Se producirán más atropellos en vías urbanas, pero estos serán más graves en las vías interurbanas.

Dado que es muy difícil prever los movimientos de los peatones en la vía, los conductores deberán respetar en todo momento la zona de incertidumbre de los peatones, para evitar que se puedan producir atropellos.

Los comportamientos incorrectos más frecuentes que realizan los peatones serán los siguientes:

  • Acceder a la vía por lugares inadecuados o no regulados mediante semáforo o similar.
  • Caminar por la calzada de forma antirreglamentaria.
  • Cruzar la calzada en diagonal o fuera de la zona señalizada para que lo hagan.
  • Subir o bajar del vehículo sin prestar atención al tráfico.

Para evitar el atropello a peatones, los conductores deberán adoptar las siguientes precauciones:

  • Moderar la velocidad ante la presencia de peatones en la calzada, especialmente en vías urbanas y cuando éstos sean niños y ancianos.
  • Disminuir la velocidad al acercarnos a un vehículo que se esté deteniendo, especialmente si se trata de un autobús de transporte escolar.
  • Prestar atención especialmente a las zonas peatonales, y de noche adaptar la velocidad a la zona de baja visibilidad.
  • Extremar la precaución cuando circulemos marcha atrás o al salir de un estacionamiento.

En ningún caso se deberán hacer señales a un peatón para que cruce la calzada, ya que otro vehículo que no visualice dichas advertencias podría atropellarle. Por lo que se refiere al atropello de niños deberemos tener especial precaución ya que su baja estatura, el bajo nivel de atención y el desconocimiento de las normas de tráfico pueden hacerle más susceptible de ser atropellado.

Los conductores de bicicleta, motocicleta y ciclomotor

Se deberá tener especial atención con los ciclistas cuando circulemos con nuestro vehículo ya que las lesiones sufridas en la cabeza por estos, serán de mayor importancia en caso de atropello. La mayoría de dichos accidentes ocurrirán en ciudad, mediante colisiones laterales y de frente, y debido a distracciones o invasión del sentido contrario.

Así pues, tendremos que observar las siguientes precauciones con los conductores de bicicleta:

  • Mantener con ellos una separación lateral suficiente para adelantarlos sin cruzarnos con ellos. En las vías fuera de poblado dicha distancia no será inferior a 1,50 metros, y dentro de poblado la distancia será proporcional a la velocidad y a la anchura de la calzada.
  • Evitar las señales acústicas para no alterarles.

En todo caso se deberá respetar la prioridad de paso en las intersecciones, mantener la distancia de seguridad lateral y frontal adecuada, y observar una atención especial cuando las condiciones meteorológicas sean adversas.

Comportamiento en caso de accidente

Los usuarios de la vía que presencien o se vean implicados de alguna forma en un accidente de tráfico, deberán atender o solicitar auxilio para las personas heridas en el mismo, mediante el teléfono de emergencias 112. El incumplimiento de éste deber estará penado por el Código Penal como el delito de omisión de socorro, y castigado incluso con penas de cárcel.

Todos los usuarios deberán pues, siempre preservando su propia seguridad, realizar las siguientes acciones:

  • Detenerse sin ocasionar mayor perjuicio o peligro para su integridad o la del resto de usuarios de la vía.
  • Valorar la gravedad de la situación y las circunstancias del accidente.
  • Restablecer la seguridad del tráfico si se hubiera alterado y preservar la de los heridos y el resto de usuarios de la vía.
  • Prestar auxilio a las posibles víctimas, socorriéndolas y pidiendo ayuda al personal sanitario.
  • Avisar a los Agentes de la Autoridad cuando el accidente se produzca, quedándonos en el lugar si hubieran víctimas mortales.
  • Facilitar la identidad y comunicar las circunstancias del accidente a los Agentes de la Autoridad que se personen en el lugar.

La regla PAS

Para actuar de forma diligente al presenciar o sufrir un accidente de tráfico, deberemos seguir la regla PAS que nos indica el orden a seguir en nuestras acciones para no olvidar los pasos que debemos realizar.

Proteger

Para proteger a las víctimas y a nosotros mismos deberemos en primer lugar inmovilizar el vehículo en un lugar seguro y colocar la luz de emergencia de nuestro vehículo. Antes de salir del vehículo nos pondremos el chaleco reflectante que siempre deberá estar a mano, y colocar los triángulos de preseñalización de peligro a la distancia establecida por el reglamento.

Inmovilizaremos los vehículos accidentados con el freno de mano y cortaremos el contacto de los mismos. Recopilaremos toda la información posible para informar después a los servicios de emergencia y mantendremos la seguridad de la circulación, no modificando el estado de las víctimas ni de los vehículos.

Alertar

Una vez que se hayan establecido las medidas de seguridad pertinentes, deberemos avisar a los servicios de emergencia, llamando al 112 para pedir ayuda, e identificándonos previamente para justificar quienes somos.

Los datos a comunicar a los servicios de urgencias serán, el lugar exacto del accidente, y el número de heridos así como la gravedad de sus lesiones. También informaremos de la existencia de otros vehículos implicados y si transportan mercancías peligrosas.

Socorrer

Antes de socorrer a las víctimas, debemos asegurarnos de que sabemos utilizar las técnicas asistenciales correctas, ya que si no nos deberemos abstener de ayudar. Pese a ello hay una serie de normas generales que se deben tener en cuenta:

  • No dar de beber a los heridos, ni tan siquiera agua, y tampoco proporcionales alimentos hasta que lleguen los servicios sanitarios.
  • No dar medicamentos ni aplicar cremas o pomadas.
  • No retirar el casco a los motoristas heridos, excepto cuando sea necesario para asistir a su respiración, en tal caso se deberá retirar entre dos personas.
  • El transporte de los heridos deberá hacerse en los vehículos sanitarios, salvo casos extremos en que se podrá hacer en vehículo privado inmovilizando el eje cabeza-tronco.
  • Se deberá actuar con rapidez y sin precipitación, estableciendo un orden de prioridad en base a las heridas de los implicados en el accidente.