¿Cómo conducir en condiciones meteorológicas adversas?

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Actualizado el 09-11-2022

La conducción con fuerte lluvia, nieve o viento causa numerosos accidentes de tráfico cada año pero, ¿sabes cómo puedes evitarlos? Te explicamos cómo conducir correctamente en cada situación y que indica la DGT al respecto para no fallar más preguntas.

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Cómo conducir con lluvia, nieve, niebla o viento


Al conducir con condiciones meteorológicas adversas hay que tener especial cuidado para evitar posibles accidentes de tráfico, así como seguir una serie de consejos y recomendaciones.

A continuación, te detallamos ciertos aspectos relevantes a conocer y que van desde a qué se consideran condiciones meteorológicas adversas a los principales consejos a seguir.


¿Qué son las condiciones meteorológicas adversas?

Como el propio nombre indica, conducir con condiciones meteorológicas adversas es algo que se da cuando hay fuertes rachas de viento, lluvia, niebla, hielo y nieve etc...

En definitiva, cualquier fenómeno meteorológico que pueda poner en riesgo la integridad de las personas y que, por tanto, requiera de una precaución especial al volante, adaptando las medidas a tomar a cada situación concreta.


Conducir con fuerte viento

Conducir con fuerte viento puede ser peligroso porque puede acabar golpeando en seco o en rachas y sorprender, por ejemplo, en las salidas de los túneles.

Para conducir con fuerte viento del modo más seguro posible es recomendable reducir la velocidad lo que sea posible para que el motor pueda responder más fácilmente.

Se ha de conducir con las manos en el volante sujetándolo fuertemente para así intentar reducir los vaivenes que producen las rachas de viento.

En el caso de que se vaya a proceder a realizar algún adelantamiento se ha de medir bien para volver al carril de manera segura teniendo en cuenta la acción del viento.

Un coche al que se adelanta, si es voluminoso, hará pantalla unos segundos pero luego habrá que estabilizar el vehículo sujetando de manera firme el volante..


Conducir con Lluvia

Si vas a salir a la carretera con lluvia lo primero que tendrás que hacer será reducir la velocidad, para evitar al máximo que las ruedas del coche hagan aquaplanning, de tal modo que puedas dejar de tener el control del vehículo.

Intenta alejarte de las zonas encharcadas, al tiempo que conduces con el aire acondicionado caliente puesto o lo accionas cuando sea necesario para quitar el vaho de los cristales y poder ver la carretera sin problema alguno.

Al conducir con lluvia es importante encender las luces de cruce para ver correctamente y ser visto.

Por último, aumenta la distancia de seguridad con otros vehículos para que si hay un frenazo haya margen suficiente.


Qué hacer ante una riada

Si conduciendo te sorprende una riada, no atravieses el torrente de agua en ningún caso. Lo mejor y más seguro será dar la vuelta y buscar una ruta alternativa.

En el caso de que el coche esté siendo arrastrado por la corriente, intenta salir por la ventanilla del coche o por la puerta y subirse arriba del coche, en el techo para no estar en contacto con el agua.

En paralelo, llegado a esta situación también habrá que llamar a emergencias; marcando el 112.


El hielo y la nieve

Para conducir con hielo y nieve es fundamental reducir la velocidad. Usa en estos casos siempre las marchas largas.

Cuando requieras pisar el acelerador deberás hacerlo de manera gradual, sin recurrir a realizar movimientos abruptos.

Es importante que cuando llega el invierno se cambien las ruedas y se instalen neumáticos de invierno, puesto que ofrecen una mayor adherencia y seguridad.

En el caso de la conducción con hielo necesitarás cadena y mucha prudencia. Si sospechas que pueden producirse heladas lo mejor es que consultes la previsión, si se prevé que la temperatura llegue por debajo de -3ºC, lo más probable es que acaben produciéndose dichas heladas.

En estos casos lo mejor es reducir al máximo la velocidad, ir con cadenas y seguir las rodaduras de otros vehículos en el pavimento. Cuando estés sobre una zona helada con placa, no aceleres, y corrige la dirección manualmente.


Colocación de las cadenas

Las cadenas se colocan en las ruedas del eje de tracción. En el caso de que sean textiles, habrá que ponerlas como si se tratara de una funda, pero avanzando hacia media vuelta de rueda.

Por su parte, las cadenas metálicas requerirán desabrochar el aro rígido y poner los extremos por detrás de la rueda.

Tras esto, habrá que coger los dos extremos, ver que nada está enganchado por la propia rueda, coger el cierre del aro interior y centrarlo bien por la zona trasera del neumático.

Tras esto, habrá que cerrar el anillo exterior y centrar la cadena sobre los flancos del neumático, apretando el tensor tendrás que enganchar la cadena para que no golpee mientras la rueda circula.


Niveles de dificultad con nieve

En cuanto a los niveles de dificultad tipificados al conducir con nieve encontramos los siguientes.


Comienza la nieve: nivel verde

Aquí la velocidad de circulación recomendada es de 100 km/hora en autopistas y autovías, y de 80 km/hora en el resto de calzadas.

Aquí los camiones han de ir por el carril derecho y sin adelantar. Se han de evitar los puertos, conducir con precaución y estar atento a las previsiones meteorológicas.


Poco cubierto: nivel amarillo

En este punto los camiones y vehículos articulados tienen la circulación prohibida.

Los turismos y autobuses tienen que ir a una velocidad máxima de 60 km/hora y se deben evitar las maniobras bruscas, además de reducir la velocidad especialmente cuando se circula por curvas y descensos.


Carretera cubierta: nivel rojo

Con la carretera cubierta se da el llamado nivel rojo. Aquí los vehículos articulados, camiones y autobuses tienen prohibida su circulación.

Al mismo tiempo, no se debe adelantar a los vehículos inmovilizados si no se tiene total garantía de que se podrá volver al carril y seguir con la marcha sin riesgo.

Sólo podrán circular los coches que cuenten con cadenas o neumáticos especiales e ir a una velocidad máxima de 30 km/hora.


Mucho espesor: nivel negro

Ante una situación en la que se da mucho espesor de nieve en la calzada se prohíbe la circulación. En el caso de que te pille en la carretera, tendrás que evitar obstaculizar el trabajo de los quitanieves, aparcando el coche en la orilla.

En el caso de que te quedes bloqueado, activa la calefacción y no salgas del coche si no hay un refugio cerca y accesible.


Conducción con niebla

Al conducir con niebla, la visibilidad se reduce de manera notable, oscureciéndose la calzada y la nitidez de la propia visión, al tiempo que el asfalto se humedece.

En estos casos tendrás que seguir los siguientes pasos. Por un lado, será necesario reducir la velocidad, evitar adelantamientos, poner las luces antiniebla, evitando en todo momento encender las luces largas que pueden provocar un efecto rebote.

En estos casos para ir más seguro intentar guiarte por las marcas de la calzada que te permitirán saber por dónde circulas en ese momento.


Uso de las luces antiniebla

Cuando se conduce con niebla, lo más recomendable es activar las luces adecuadas.

Si sueles conducir en estas circunstancias asegúrate de que tu vehículo cuente con unos faros Xenón o LED que destacan por ofrecer gran claridad, así como con un par de faros LED antiniebla de calidad.


¿Cómo debe ser el tránsito bajo condiciones de visibilidad adversas?

Como decimos, ante todo, cuando se conduce con condiciones de visibilidad adversas siempre se han de seguir una serie de recomendaciones comunes en todos los casos:

  • Reducir la velocidad.
  • Extremar la precaución.
  • Adaptar las luces al momento adecuado meteorológico.
  • Evitar, en la medida de lo posible, maniobras de adelantamiento.


Todo ello, estando siempre atento al parte meteorológico que te permita adelantar posibles situaciones adversas en la carretera.


Consejos para conducir con mal tiempo

Especialmente cuando bajan las temperaturas, aparece el mal tiempo. Es importante que sigas una serie de consejos para garantizar la seguridad al volante.


Revisa el estado de las ruedas

Debes revisar el dibujo y las presiones que tienen las ruedas, así como el estado en el que se encuentra la goma de los neumáticos.

Cadenas

Llevar cadenas en el maletero, ya sean metálicas o textiles, es fundamental para poder conducir correctamente en determinadas situaciones como cuando aparece la nieve o el hielo.

Carga de la batería

Es importante revisar el estado de la batería porque en condiciones climáticas muy frías puede hacer que esta se descargue antes.

Líquido anticongelante

En este sentido, también será fundamental revisar el estado del líquido anticongelante cuando caen las temperaturas. Recuerda que se ha de cambiar cada dos años.

Revisa el sistema de frenado

Del mismo modo, es importante revisar el estado de los frenos. Tanto los cables como las bujías y las pastillas de freno, así como comprobar si falta el líquido de frenos. En definitiva, se trata de asegurar que los frenos responderán correctamente.


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