El airbag es un componente de seguridad crucial en los vehículos, diseñado para desplegarse en caso de colisión y proporcionar una protección adicional a los ocupantes del vehículo.
Sin embargo, su eficacia se ve comprometida si los ocupantes no utilizan el cinturón de seguridad.
Cuando los ocupantes no utilizan el cinturón de seguridad y se produce un despliegue del airbag, existe un riesgo significativo de sufrir graves lesiones.
El airbag se infla a una velocidad muy alta, aproximadamente 300 km/h, y puede ejercer una fuerza impactante sobre el cuerpo del ocupante.
En lugar de proporcionar protección, puede causar lesiones graves, especialmente si el ocupante está demasiado cerca del volante o si la posición del cuerpo es incorrecta.
Es importante entender que el airbag no es un sustituto del cinturón de seguridad, sino un complemento.
Para garantizar la máxima protección en caso de accidente, es fundamental abrocharse siempre el cinturón de seguridad y asegurarse de que todos los ocupantes del vehículo también lo hagan.