¿Existen enfermedades cuyo tratamiento, o la falta del mismo, puede ser un factor de riesgo para la conducción?
Hay enfermedades como la depresión o la epilepsia cuyo tratamiento, o la falta de él, pueden ser un riesgo al conducir.
Por ejemplo, la depresión puede hacer que el conductor se distraiga fácilmente y no preste suficiente atención al camino.
Esto puede llevar a errores en la conducción o reacciones inesperadas.
Además, la depresión puede hacer que el conductor se sienta más cansado o somnoliento, lo cual es peligroso al manejar.
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