Estacionar en una calle residencial está permitido solo en los lugares específicamente designados para ello.
Esto significa que los vehículos deben estacionarse en áreas donde haya señalizaciones o marcas de estacionamiento que indiquen explícitamente que está permitido.
En las calles residenciales, a menudo hay restricciones de estacionamiento para mantener el flujo del tráfico, asegurar el acceso a las viviendas, y evitar congestionamientos.
Estacionar en lugares no autorizados puede obstruir la vía, dificultar el acceso de servicios de emergencia y violar las normativas locales
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