Cuando la parada o el estacionamiento del vehículo con remolque se realice en un lugar con una sensible pendiente, su conductor deberá dejarlo debidamente calzado, por medio de la colocación de calzos, y si no dispusiéramos de ellos, apoyaremos una de las ruedas directrices en el bordillo de la acera, inclinando aquéllas hacia el centro de la calzada en las pendientes ascendentes, y hacia fuera en las pendientes descendentes.