Si encuentras un carril reversible o uno habilitado en sentido contrario al habitual no te preocupes ya que solo necesitas conocer unas cuantas normas para circular correctamente por ellos. Te las explicamos todas a continuación con ejemplos de su uso.
Los carriles reversibles son un tipo de “carril especial” utilizado cuando la cantidad de coches en una carretera es muy grande y se necesitar dar fluidez al tráfico.
Son comunes en las autovías y tienen como objetivo agilizar el tráfico para reducir los atascos en uno de los sentidos de circulación.
Suelen ser vistos durante determinadas épocas del año o vacaciones donde aumenta la densidad de vehículos de forma considerable.
Exigen seguir una normativa específica, la cual los conductores deben estar preparados para cumplir reglas e indicaciones que te explicamos a continuación
Un carril reversible se define como un carril existente en la vía que ha sido habilitado por la DGT en el sentido contrario al habitual. Aumenta la capacidad y agilidad de circulación para los vehículos que se encuentran en una dirección concreta de forma provisional.
Los conductores se pueden incorporar a este carril por medio de un acceso habilitado de forma especial por las autoridades. Lo único que separará este carril de los que circulan en sentido contrario será una hilera de conos.
Ante la situación anterior, se resalta la importancia de cumplir con las reglas de tráfico para trasladarnos de forma segura a este carril.
La mayoría de las normas hacen referencia al control de la velocidad o a la mayor prioridad de acceso de algunos vehículos. El objetivo o prioridad es hacer uso de una vía fluida para descongestionar en el sentido de circulación del carril saturado.
Los carriles reversibles se identifican por la dirección en la que circulan los vehículos y el cambio de los semáforos. Estos suelen ser cuadrados y contarán con un aspa de color rojo o con una flecha apuntando hacia abajo en tonalidad verde.
El aspa en rojo es una señal informativa de que el carril está cerrado en el propio sentido de circulación. Por su parte la flecha verde, significa que este tramo de vía está abierto y se puede circular por este nuevo carril.
Los carriles reversibles cuentan con unas marcas viales muy evidentes, aunque también se emplean marcas en el suelo específicas. Dichas líneas serán descontinuas y más anchas que las que se aprecian normalmente en la carretera.
Además de estas líneas, habrán dos más adjuntas (una pegada a la otra) que delimitan ambos lados del carril reversible habilitado. Es lógico que el carril de lado izquierdo del reversible se encontrará fluyendo en sentido contrario y no debe invadir.
Dentro de un carril reversible el acceso queda preferencialmente para que circulen turismos y motocicletas. Quedan prohibido su uso para la mayoría de camiones, vehículos con remolques o furgonetas.
Los coches por norma general, deben cumplir con todas las normas de circulación especial como llevar encendidas las luces de cruce. Además de controlar la velocidad que en este carril se deberá mantener entre los 60 y 80 km/hora como máximo para evitar accidentes.
Es evidente que ningún vehículo tiene permitida la salida del carril que se encuentra delimitado por conos. Es más, están prohibidas las posibles maniobras de adelantamiento que algún conductor planee realizar.
Como ya se ha mencionado, hay una serie de normas que los agentes de tráfico y conductores deben aplicar. En un carril reversible se abre un tramo asfaltado de mediana carente de barreras en determinadas distancias.
Gracias a la ayuda de los operarios de mantenimiento y la autorizada Guardia Civil de tráfico, se prepara el carril. Se delimitará en el sentido contrario por medio de los reconocidos conos naranjas reflectantes.
El conjunto de normas de uso que deben respetarse y que todo conductor debe conocer son las siguientes.
Encender las luces de cruce o corto alcance siempre será obligatorio sin importar que sea de día o de noche. Estas no pueden ser apagadas hasta que el vehículo abandone completamente el carril de forma segura.
Los coches que se encuentren en el carril contiguo en dirección contraria deben realizar lo mismo.
En caso de que se haya habilitado únicamente un carril, siempre habrá que mantener la misma velocidad constante. Esta debe encontrarse entre los 60 y los 80 km/hora no debiendo sobrepasar estos límites.
Está totalmente prohibido realizar alguna maniobra que involucre adelantar a otro vehículo. No debe romperse bajo ninguna circunstancia la línea imaginaria que se crea gracias a los conos.
Las maniobras para adelantar pueden llegar a ocasionar un accidente de gravedad o será muy probable que ocurra el mismo por lo que siempre se deberán evitar.
Se deben obedecer todas las indicaciones que señalicen los Agentes de Tráfico durante este proceso de agilización vehicular. En un carril reversible estos agentes siempre estarán presentes y velarán por la seguridad de todos sin excepción.
Además, siempre se recomienda dar prioridad a la distancia de seguridad dentro de esta clase de carril ya que en ellos cobra más importancia que en los carriles convencionales el respetarla.
Un carril reversible también puede ser habilitado en vías urbanas, normalmente en avenidas o carriles de doble sentido de circulación. La vía debe permitir que se le modifique el sentido de la dirección en función del momento del día.
En las vías urbanas estos carriles estarán marcados con líneas dobles discontinuadas a cada lado del mismo, quedando regulados por semáforos. Estos estarán instalados en pórticos e indicarán el sentido de circulación correcto en el interior del carril.
Las normas y control estarán sujetas a las mismas del entorno urbano en el que se encuentre habilitado, siendo así una evidente diferencia respecto de los carriles reversibles que se sitúan en las autovías.
Un carril habilitado en el sentido contrario al habitual es otro tipo de carril especial que solo se usará en determinados casos.
En cuanto a su normativa, pese a ser muy similares no seguirán todas las instrucciones de un carril reversible en las vías de tráfico.
Son aquellos que se habilitan por las autoridades cuando hay dos o más carriles que permiten circular en el mismo sentido.
También podemos encontrarlos con frecuencia dentro de las vías interurbanas siempre que sea necesario agilizar el tráfico.
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