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6. Factores que disminuyen las aptitudes del conductor

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1. El factor humano (factores de riesgo)

1.1 El cansancio y el sueño

La fatiga o el cansancio

Se trata de una de los factores que aparecen con más frecuencia como causante de los accidentes de tráfico.

Entre las consecuencias más importantes de la fatiga encontramos las siguientes: 

  • Agarrotamiento muscular, sensación de pesadez, dolores y malestar general. Todo ello conlleva continuos cambios de postura.
  • Lentitud y falta de precisión en la realización de movimientos.
  • Disminución de la atención, concentración y de la recepción de estímulos, de manera que el conductor es propenso a cometer más errores.
  • Comportamiento más hostil, temerario o agresivo.
  • Aumento del tiempo de reacción.


Algunas de las causas que aumentan la aparición o el empeoramiento de la fatiga son las siguientes:

  • Poca experiencia.
  • Conducción de largos periodos de tiempo sin descansar o con descansos pobres.
  • Malas posturas en el asiento.
  • Circular a altas velocidades.
  • Conducción con sueño, bajo efectos de alcohol o sustancias o estando enfermo.
  • Cambios en las costumbres de conducción.
  • Vías con tráfico alto que existen del conductor mayor concentración.
  • Vías en mal estado.
  • Vías poco conocidas que obligan a una mayor concentración.
  • Condiciones climatológicas desfavorables que exigen una mayor concentración y dificultad de conducción.
  • El estado de conservación del vehículo como defectos en los neumáticos, la suspensión, el frenado, etc.
  • Conducir a temperaturas muy altas.
  • Los diseños poco ergonómicos de los asientos u otros elementos molestos del vehículo.


El sueño

El sueño es una de las causas más importantes en los accidentes de tráfico, situándose entre el 15% y el 30% de los mismos. El carácter de estos accidentes suele ser el de muy grave.

Los riesgos producidos por la somnolencia aparecen antes de que el conductor llegue a quedarse completamente dormido, por lo que los peligros que ésta conlleva son aún mayores.

No tienen por qué tener lugar de noche, debido a que muchas situaciones pueden producir sueño durante el transcurso del día.

Razones más importantes por las que aumenta la probabilidad de sufrir accidentes:

  • Mayor tiempo de reacción debido a la dificultad de tomar decisiones en este estado.
  • Mayores distracciones debido a los entornos monótonos con poco tráfico.
  • Más errores cometidos debido a las situaciones más complicadas.
  • Mayor lentitud de movimientos, menos concretos y automáticos que se realizan sin pensar.
  • Aparición de microsueños, periodos cortos de tiempo donde el conductor se queda dormido sin darse cuenta.
  • Aparición de fatiga o cansancio ocular, visión borrosa y más facilidad para ser deslumbrado.
  • Cambios del comportamiento: aumento de la hostilidad, temeridad y prisas.
  • Se deben considerar los siguientes factores para evitar que la somnolencia vaya en aumento:
  • La hora del día: prestar especial cuidado en la madrugada, de 3 a 5 horas, y en las primeras horas de la tarde, de 14 a 16 horas.
  • El cambio de las horas habituales del sueño puede aumentar el sueño en nuestra conducción. Se deberán extremar las precauciones en estos casos.
  • La calidad y cantidad del sueño son factores que debe considerar el conductor. Dormir de forma insatisfactoria es tan peligroso como dormir pocas horas.
  • Las situaciones monótonas deben evitarse. El conductor deberá buscar mantenerse activo durante las carreteras habituales o de menor tráfico.
  • No se deben consumir sustancias tranquilizantes o estimulantes. En estados casos, tanto el alcohol como los medicamentos pueden favorecer el sueño, mientras que los estimulantes pueden provocar el efecto rebote, que surge cuando el sueño aparece de manera sorpresiva al finalizar los efectos de los estimulantes.
  • Evitar las comidas copiosas debido al efecto sedante que producen.
  • Las altas temperaturas también favorecen la aparición del sueño.
  • Se deberán considerar las diferencias del individuo y de los posibles trastornos del sueño.

La manera más eficaz de evitar un accidente de tráfico debido a factores de fatiga o sueño es la detección temprana de los síntomas.

Descanse con frecuencia y combata estos factores de riesgo.

1.2 Enfermedades y medicamentos

Tanto las enfermedades como los medicamentos pueden llegar a alterar la seguridad en la conducción.

Las enfermedades que más riesgo presentan son las mentales y los trastornos de tipo neurológico, pero los efectos de enfermedades comunes como alergias, gripes o resfriados son más frecuentes y entrañan también mayor riesgo.

Los conductores que sufran enfermedades crónicas deberán tomar las siguientes medidas para reducir el riesgo de accidentes:

  • Deberá conocer bien los síntomas comunes de su enfermedad, así como los efectos secundarios.
  • Evitará las causas desencadenantes de estos síntomas, reconociendo rápido los primeros cuando éstos aparecen y conociendo la mejor forma de actuar ante los mismos. Deberá evitar la conducción en las apariciones de crisis o en la fase aguda de la enfermedad.
  • Mientras se estén tomando medicamentos deberá evitarse consumir alcohol.
  • Consultar al médico en caso de que existan dudas sobre los riesgos para la conducción.

1.3 Alergias

Los síntomas más frecuentes de las alergias pueden llegar a producir efectos como los errores en el cálculo de distancias, reducir la capacidad de concentración o, en general, síntomas similares a los del resfriado y que pueden poner en peligro la conducción.

Asimismo, los medicamentos tomados para aliviar síntomas de alergias suelen provocar un aumento de la somnolencia y en ningún momento deberán mezclarse con alcohol u otros medicamentos.

1.4 El estrés y la depresión

Consecuencias del estrés en el conductor

  • Aumento de la agresividad, hostilidad y de comportamientos competitivos.
  • Acciones más imprudentes y de mayor nivel de riesgo.
  • Menor respeto de la señalización y las normas de conducción.
  • Decisiones enlentecidas y mayor número de errores.
  • Aumento de las distracciones.
  • Facilidad en la aparición de la fatiga.


Consecuencias de la depresión en el conductor

  • Mayores distracciones.
  • Pérdida de información de los alrededores. Mayor tiempo en la detección de sucesos importantes.
  • Mayor facilidad para la somnolencia y la fatiga.
  • Más inseguridad, ansiedad e irritabilidad.
  • Consumo habitual de psicofármacos que pueden alterar de manera considerable las condiciones seguras de conducción.

1.5 Medicamentos

Debido a la diferencia individual en la reacción del consumo de medicamentos, es recomendable que:

  • Consulte sobre los riesgos y peligros al médico o farmacéutico.
  • No abusar de los medicamentos ni mezclarlos con otras sustancias.
  • Consultar los prospectos y ver si éstos pueden alterar la conducción. Tener en cuenta que el uso de medicamentos naturales también puede llevar aparejado consecuencias negativas para la conducción.
  • Seguir las indicaciones del médico con respecto a dosis y horas de consumo.
  • Evitar la conducción en la medida de lo posible al iniciar un tratamiento nuevo.
  • No mezclar medicamentos sin que lo haya indicado el médico.
  • Tener especial consideración con sustancias estimulantes que pueden alterarse al consumirse con medicamentos.

1.6 El calor

La conducción a altas temperaturas puede alterar de manera considerable las capacidades del conductor.

En estas condiciones se ven aumentados los tiempos de reacción, los errores, la fatiga, el sueño, las distracciones y comportamientos como la hostilidad o agresividad.

1.7 Las distracciones sobre el ciclomotor

Hay mayor frecuencia de accidentes por distracciones en:

  • En los conductores más jóvenes, de entre 18 y 25 años, y entre los mayores de 70 años.
  • Cuando se circula con compañía.
  • En los periodos de verano, fines de semana, durante el día y en los viajes que se realicen por ocio.
  • En las vías monótonas de carretera.

Las causas que aumentan la distracción en la conducción son las siguientes.

Factores internos al conductor 

En este caso el conductor será la principal razón de distracción.

  • Actuaciones que requieren la atención del conductor y le desvían de la conducción: consulta de GPS, mapas, búsqueda de calles o lugares de estacionamiento, uso del móvil o de dispositivos de audio, mantener conversaciones serias o importantes, girar la cabeza para conversar, sacar un insecto del vehículo o del casco, comer, beber, fumar, mirar por el espejo retrovisor o en los alrededores, etc.
  • Cansancio y sueño.
  • Estrés, ansiedad o depresión.
  • Edades avanzadas.
  • Consumo de alcohol, drogas o medicamentos.
  • Características específicas de la personalidad.

Factores externos al conductor

  • Carreteras conocidas.
  • Mala iluminación del entorno y cambios de luz, como túneles, pasos inferiores, deslumbramientos etc.
  • Situaciones complicadas: numerosas señales, mucho tráfico, peatones, etc.
  • Señales o lugares poco visibles o en los bordes del campo visual.


En caso de utilizar el móvil, incluso mediante dispositivos de manos libres:

  • La atención se ve reducida y se cometen mayores infracciones: pasado un minuto y medio se dejan de percibir cerca del 40% de las señalizaciones.
  • Las distancias se calculan de peor manera, se reduce la distancia mínima de seguridad y se controla peor la velocidad.
  • Se producen desvíos en la trayectoria y mayores problemas de maniobras.
  • El móvil podrá usarse sin ningún riesgo para la conducción cuando se haya estacionado el vehículo fuera de la calzada y de la parte transitable del arcén.


En caso de utilizar un dispositivo GPS:

  • Situarlo en un lugar donde no obstaculice la visión ni obligue a apartar la vista para realizar consultas.
  • Establecer el recorrido antes de comenzar la conducción, sin realizar manipulaciones durante la marcha.
  • Activar las indicaciones de voz para evitar desviar la vista hacia la pantalla.
  • En caso de que las instrucciones supongan dudas, prevalecerá el criterio del conductor.


Existirá mayor riesgo de accidente entre los conductores fumadores:

  • Pérdida de maniobrabilidad al encender y apagar los cigarros.
  • Evaluación precaria del riesgo de los comportamientos de tráfico y conducta más arriesgada.
  • Disminución de la atención debido al monóxido de carbono del tabaco, así como problemas en la visión del conductor.
  • Problemas de tipo médico, cardiovasculares principalmente, que pueden alterar la capacidad del conductor para conducir con seguridad.

2. El alcohol

La peligrosidad del alcohol no viene sólo porque aumenta la probabilidad de sufrir un accidente de tráfico, sino también porque el carácter del mismo puede producir la muerte o lesiones graves.

Los efectos del alcohol en el conductor son:

  • Comportamiento alterado: se produce un aumento de la euforia y de la confianza en sí mismo que provocan mayores actos de imprudencia, mayor número de infracciones y un aumento da las respuestas agresivas e impulsivas con los demás usuarios.
  • Alteración de la percepción del entorno. Se calculan de forma errónea las distancias y las velocidades, se aumenta la sensibilidad al deslumbramiento y aparece el efecto túnel.
  • Alteración de la capacidad de atención ante el mayor número de distracciones.
  • Alteración de la psicomotricidad. Se produce una disminución tanto de la precisión como de la coordinación.


2.1 Tasa de alcoholemia

La tasa de alcoholemia variará según el tipo de conductor y se medirá aire espirado o en sangre.




  • Cualquier conductor durante los dos primeros años de licencia o permiso: 0,15 miligramos/litro de aire espirado ó 0,3 gramos/litro de sangre.
  • Conductores profesionales: 0,15 miligramos/litro de aire espirado ó 0,3 gramos/litro de sangre.
  • Conductores pasados los dos años (Incluye ciclistas): 0,25 miligramos/litro de aire espirado ó 0,5 gramos/litro de sangre.


Incluso aunque se circule con una tasa inferior a la máxima permitida, los efectos de cualquier consumo de alcohol aumentan el riesgo de accidentes.


2.2 Factores que alteran la tasa de alcoholemia


Características del conductor

  • El peso del individuo. Las personas más delgadas pueden obtener tasas mayores.
  • El sexo: las mujeres alcanzan mayores tasas de alcoholemia tomando las mismas cantidades que los hombres.
  • La edad: los menores de 18 años y los mayores de 65 son más sensibles al alcohol.
  • Las condiciones personales, como la fatiga, la somnolencia, el ayuno, las enfermedades u otros.

Forma de tomar el alcohol

  • Cantidad: factor más importante en el consumo de alcohol.
  • El tiempo y lo rápido que se consuma. La tasa máxima de consumo se alcanza entre los 30 y los 90 minutos.
  • La hora: el alcohol se elimina de manera más lenta durante el sueño.
  • El tipo de bebida consumida. Las bebidas fermentadas, como la cerveza o el vino, tienen una absorción más lenta que las destiladas como el ron, el whisky o la ginebra. Las bebidas calientes o gaseosas producen una aparición más rápida de la alcoholemia.
  • Haber comido en las horas previas: si el intestino y el estómago están vacíos el alcohol se metaboliza más rápidamente en sangre.

3. Las drogas

Los accidentes de carácter más grave están relacionados con el consumo de sustancias aproximadamente en un 10%.

Queda prohibido por ley la conducción por vías públicas a cualquier persona que tenga presencia de drogas en su organismo.

No se incluirán las sustancias que se utilicen por prescripción médica o con finalidad terapéutica mientras se mantengan las condiciones para la conducción con la diligencia debida, precaución y no distracción que establece la ley.

3.1 El cannabis

Produce alteración en la percepción de los alrededores, del tiempo y del espacio. Reduce la capacidad de atención y aumenta las distracciones, así como el sueño y el tiempo de reacción.

3.2 La cocaína

Produce alteración en la percepción de los alrededores y cambios en el comportamiento, de manera que el conductor se vuelve impulsivo, hostil y competitivo.

Reduce la capacidad de atención y aumenta las distracciones, provoca un comportamiento de falsa confianza y se asumen más riesgos en la conducción.

3.3 El éxtasis (MDMA)

Posibilidad de ilusiones ópticas, mayor deslumbramiento y visión borrosa. Reduce la capacidad de concentración y aumenta las distracciones.

Se pueden producir episodios de depresión o ansiedad, un aumento de la fatiga física y mental cuando estos síntomas terminan y posibilidad de que se sufran flashback horas después de que los efectos del consumo hayan desaparecido.

3.4 LSD

Posibilidades de fuertes distorsiones de la realidad y alucinaciones, así como alteración de comportamientos emocionales que aumenten la agresividad, el pánico o la ansiedad.

Aparecen flashbacks y sus efectos tienen una duración de hasta diez o doce horas.

3.5 Anfetaminas

Alteración del comportamiento violento e impulsivo. Se produce el efecto de falsa confianza en la conducción y se asumen mayores conductas de riesgo.

Movimientos estereotipados y reiterativos que disminuyen la movilidad, menor sensación de fatiga que puede tener consecuencias considerables.

Retrasa el sueño, de manera que puede producir un efecto rebote fuerte que provoque en el conductor la necesidad inmediata de dormir.

4. Tratamiento legal del alcohol y las drogas

Cundo un usuario de la vía se encuentre implicado en un accidente de tráfico, haya sido autor de una infracción o sea requerido, incluso en el caso de ciclistas, por un agente, deberá someterse a las pruebas de detección de alcohol y drogas.

En caso de que el resultado supere la tasa máxima permitida o el individuo presente síntomas claros de encontrarse bajo los efectos del alcohol y otras sustancias, el agente deberá informarle:

  • De que se le realizará una segunda prueba mediante un procedimiento parecido.
  • De que tiene derecho a controlar que el tiempo mínimo entre ambas pruebas sea de diez minutos.
  • De que puede formular alegaciones u observaciones cuando lo crea necesario.
  • De que tiene derecho a comprobar los resultados mediante análisis de sangre, orina u otros medios.

En caso de que el conductor se niegue a realizar estas pruebas los agentes podrán proceder a la inmovilización del vehículo, así como en caso de que el resultado sea positivo, a menos que pueda conducirlo una persona habilitada para ello.

4.1 Tipo de pruebas

Las pruebas a las que pueden ser sometidos por agentes consistirán en la verificación de la tasa de alcohol mediante aire expirado a través de dispositivos homologados y autorizados. EN el caos de la detección de sustancias, en una prueba salival a través de dispositivos homologados y de un análisis posterior.

4.2 Sanciones y delitos

En caso de que la prueba de alcoholemia dé positiva, la sanción al conductor puede consistir en una multa pecuniaria de entre 500 y 1000€ además de la retirada de entre 4 y 6 puntos del carné.

La sanción máxima se impondrá en los casos en que el conductor hubiera sido previamente sancionado en el año inmediatamente anterior, así como al que supere la tasa con cantidades que lleguen hasta el doble.

En el caso de conducir con drogas en el organismo la sanción será de 1000€ de multa y de pérdida de 6 puntos.

Asimismo, la multa de 1000€ también se impondrá a quien no se someta a las pruebas de alcoholemia o de drogas cuando sea obligado a ello.

Estas conductas no excluyen la posibilidad de ser sancionados, asimismo, con delitos contra la seguridad vial:

  • Si la conducción se produce bajo la influencia de drogas o con una tasa de alcohol mayor a 0,60 mg/l o 1,2 g/l, se podrá imponer una pena de prisión de 3 a 6 meses, multa de 6 a 12 meses o de trabajos en beneficio de la comunidad entre 31 y 90 días y, en todo caso, acompañadas de la pena de privación del derecho a conducir entre 1 y 4 años.
  • La negación a la realización de las pruebas puede castigarse con prisión entre 6 meses y 1 año y privación del derecho a conducir entre 1 y 4 años.

5. El factor vehículo

5.1 Ciclomotores de 2 ruedas

Se trata de vehículos con menor estabilidad que obligan al conductor al mantenimiento del equilibrio.

Son de mayor fragilidad y no disponen de carrocería externa, por lo que en caso de caída o colisión los ocupantes recibirán el impacto de forma directa.

Son menos percibidos por el resto de usuarios debido a que su tamaño es menor.

5.2 Mandos del vehículo

El vehículo será dirigido por el manillar, que tendrá que ser sujetado por el conductor con las dos manos.

Cualquier movimiento ligero sobre el mismo tendrá una repercusión directa e inmediata en el ángulo de giro de la rueda.

  • La mano derecha controla el acelerador y el freno delantero.
  • El pie derecho controla el freno trasero.
  • La mano izquierda controla el embrague o el freno trasero si el ciclomotor no tiene marchas. En este lado es habitual que se encuentren los mandos de las luces, intermitentes y claxon.
  • El pie izquierdo controla la palanca de cambio de velocidades cuando las tenga.

La regulación de estos controles deberá hacerse para que el conductor tenga facilidad de acceso sobre los mismos.

Si por alguna caída o colisión se produce alguna modificación en estos mandos, el conductor tiene la responsabilidad de ajustarla o sustituirla lo más rápidamente posible.

5.3 Posición

La posición apropiada del conductor le permite una mayor rapidez de movimientos y mejor actuación en la conducción.

La postura del conductor deberá ser cómoda y suelta, de forma que pueda alcanzar sin problemas todos los mandos del vehículo sin forzar y con la vista alzada.

  • Los brazos deberán permanecer ligeramente flexionados y no tienen que soportar el paso del cuerpo del conductor.
  • Las piernas deberán permanecer protegidas por el carenado del vehículo o bien ajustadas al depósito.
  • Los pies deberán ir en las estriberas de forma que alcancen los mandos que les corresponden.

En caso de llevar pasajero, el conductor deberá indicarle cuál debe ser su comportamiento durante la conducción para que ajuste su posición a la del mismo, en especial en el caso de curvas debido a la dificultad de mantener el equilibrio y dejarse llevar.

6. Cuadriciclos ligeros

6.1 Mandos del vehículo

La forma correcta de sujetar el control del vehículo es colocando ambas manos en la posición de reloj 2 menos 10, o 3 menos cuarto.

6.2 Posición

  • Asiento: el asiento deberá estar colocado de manera que el conductor alcance sin dificultad los pedales con las piernas flexionadas ligeramente.
  • Respaldo y volante: los brazos no deben quedar totalmente rectos al coger el volante. En este caso, deberán quedar ligeramente flexionados sin que el conductor tenga que separar la espalda del respaldo del asiento.
  • Altura del asiento y del volante: el conductor debe poder ver claramente por encima del mismo.