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9. Seguridad Vial

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1. Accidentes de autobús y factores que intervienen en ellos.

1.1 El grave problema de los accidentes.

Los accidentes de tráfico se presentan en España como una de las mayores causas de mortalidad.

Asimismo, también suponen un gran gasto económico asumido de manera directa o no por el grueso de la población, así como las grandes pérdidas que se derivan de los accidentes que implican vehículos de transporte de pasajeros.

1.2 Causas de los accidentes

El ser humano como factor causante

Una de las razones principales de los accidentes tiene que ver con el factor humano, ascendiendo las cifras entre un 70% y un 90%.

Esto conlleva que, si se evitan factores de riesgo en el conductor de un vehículo, se puede disminuir de manera notable la probabilidad de tener un accidente y evitar así sus consecuencias.

La vía y el entorno como factor causante

Tanto el estado de la vía como las circunstancias del entorno se sitúan entre otra de las causas habituales en los accidentes de tráfico, con una cifra de entre el 10% y el 35%.

Estos accidentes tienen lugar cuando el conductor no acomoda su forma de conducir a las necesidades de la vía o la meteorología.

Por esta razón es necesario que el conductor conozca los factores de riesgo que tengan que ver con la vía y su entorno y poder así circular con las máximas precauciones, evitando que las circunstancias que puedan sucederse superen nuestras habilidades.

El factor vehículo como factor causante

El estado del vehículo se sitúa entre el 4% y el 13% en las causas de accidentes. Los más frecuentes son:
  • Fallos en los neumáticos. El más frecuente.
  • Fallos en los frenos y fallos de la iluminación.
  • Fallos en la dirección del vehículo.
  • Exceso de carga o mala distribución.

Debido a que estos fallos pueden evitarse realizando un mantenimiento adecuado del vehículo, también pueden incluirse dentro de la categoría de fallos causados por el factor humano.


1.3 Características de los accidentes

Los accidentes que se encuadran dentro del ámbito laboral se dividen en:
  • Accidentes en misión: cuando se producen durante la conducción del vehículo para desempeñar la actividad laboral.
  • Accidentes in itinere: cuando se producen en los desplazamientos de ida/vuelta del trabajo. Éstos suponen el mayor porcentaje de accidentes que tienen relación con el trabajo.

Zonas más peligrosas

Tienen lugar más accidentes en las rectas que en las curvas. Esto se debe a que las rectas son lugares en los que es más fácil sufrir una distracción.

La mayoría de las víctimas, especialmente en los accidentes mortales, se producen en vías interurbanas. Esto se debe a la mayor velocidad de circulación.

Las autopistas y autovías son generalmente más seguras que las carreteras convencionales. Los sentidos de circulación tienen más distancia entre sí, su trazado tiene menos curvas, no hay cruces, etc.

El Factor Humano

Para poder realizar una conducción segura el conductor deberá conocer los factores que pueden aumentar su posibilidad de sufrir un accidente, así como la forma de evitarlos o de reducir los riesgos.

La velocidad

Se trata de uno de los factores de riesgo más relevantes debido a que al aumentar, suben también tanto las probabilidades de sufrir un accidente como de que éste sea más grave:

Cuando sube la velocidad disminuye el campo visual útil se hace menor (tiene lugar el efecto túnel). Se tendrá una menor capacidad para ver y analizar lo que ocurre alrededor, por lo que es menos posible que reaccione con tiempo suficiente y con seguridad, disminuyendo la capacidad de anticipación.

Un vehículo que se mueve acumula energía en función de su peso y, sobre todo, de la velocidad a la que se circula. Cuando frenamos, esta energía se transforma en calor por la acción de los frenos, pero si colisionamos se transforma en deformaciones del vehículo y lesiones de sus ocupantes.


1.4 Velocidad y distancia de detención

El tiempo de reacción

Así se define al tiempo que transcurre desde que un conductor percibe un estímulo hasta que produce una respuesta ante éste. Entra dentro de la normalidad un tiempo de reacción de 0,75 segundos. Este tiempo aumentará según algunos factores como:
  • La edad.
  • El cansancio o sueño.
  • El consumo de alcohol, sustancias tóxicas o determinados medicamentos.
  • El estado de ánimo.
  • La temperatura.

La distancia de reacción

Es el nombre que damos a la distancia que recorre el vehículo durante el tiempo de reacción, de lo que se desprende que cuando aumenta el tiempo de reacción también lo hace la distancia.

Ésta variará en función de la rapidez de respuesta del conductor y de su velocidad.

Distancia de frenado

Así se denomina a la distancia recorrida por el vehículo durante el tiempo en que el conductor presiona el freno hasta que el vehículo se detiene. Dependerá de los siguientes elementos:

  • Cuanta más velocidad mayor distancia de frenado.
  • La masa tanto del vehículo como de la carga y su colocación.
  • Las condiciones del vehículo.
  • Las condiciones de la vía.
  • Las condiciones climatológicas: con lluvia la distancia de frenado es hasta el doble de la normal, mientras que con nieve o hielo hasta diez veces mayor.
  • La técnica o experiencia del conductor.

Distancia de detención

Así se denomina a la distancia recorrida por el vehículo desde que el conductor percibe un obstáculo hasta que consigue detenerlo. Se obtiene de la suma de la distancia de reacción con la de frenado.

2. La fatiga y el sueño

2.1 La fatiga al volante

La somnolencia y la fatiga forman parte de las causas de accidente de tráfico más frecuentes, especialmente en aquellos que afectan a los conductores profesionales, llegando a estar presente en entre el 20 y el 30% del total de siniestros.

Estas cifras tan altas hacen que sea primordial detectar sus síntomas y tratar de poner todas las precauciones posibles para evitarlos.

Entre las consecuencias más frecuentes que encontramos en la conducción con fatiga están las siguientes:

  • Agarrotamiento de los músculos, malestar corporal general, dolor en las articulaciones y pesadez en los huesos que lleva al conductor a cambiar de posición en el asiento constantemente.
  • Imprecisión al realizar las maniobras y lentitud al moverse.
  • Pérdida de la concentración y la atención al volante, haciendo que el conductor tarde más en recibir los estímulos y cometa por lo tanto un mayor número de errores. 
  • Incremento del tiempo de reacción del conductor, lo que lleva a tardar más en reaccionar a los posibles obstáculos.

Algunas de las causas que aumentan la aparición o el empeoramiento de la fatiga son las siguientes:

  • Por el conductor: conducir durante largos períodos sin descansar o haciendo descansos inadecuados (principal razón), así como las posturas inadecuadas en el asiento, conducir con sueño, bajo los efectos del alcohol, enfermo o cambiando hábitos normales de conducción.
  • Por la vía o el entorno: conducir por vías con mucho tráfico, con pavimento en mal estado, poco conocidas o bajo condiciones meteorológicas adversas.
  • Por el vehículo: mal estado de la suspensión, dirección, iluminación u otros, mala ventilación del habitáculo o temperatura elevada (deberá regularse entre los 20 y 23 grados sin dirigirlo a los ojos) y diseño poco ergonómico del asiento o de otros elementos de su interior.

2.2 El sueño al volante

El sueño es una de las causas más importantes en los accidentes de tráfico, situándose entre el 15% y el 30% de los mismos. El carácter de estos accidentes suele ser el de muy grave.

Los riesgos producidos por la somnolencia aparecen antes de que el conductor llegue a quedarse completamente dormido, por lo que los peligros que ésta conlleva son aún mayores.

No tienen por qué tener lugar de noche, debido a que muchas situaciones pueden producir sueño durante el transcurso del día.

Las causas más importantes por las que aumenta la probabilidad de sufrir accidentes

  • Aumento de las distracciones, en especial en lugares monótonos y con poco tráfico.
  • Aumento del tiempo de reacción que provoca más errores en la toma de decisiones y movimientos más lentos, menos precisos y automatizados.
  • Alteración en la percepción del entorno: visión borrosa, más facilidad para el deslumbramiento, etc.
  • Cambios del comportamiento: aumento de la hostilidad, temeridad y prisas.
  • Aparición de microsueños, periodos cortos de tiempo donde el conductor se queda dormido sin darse cuenta.

Con el fin de evitar la somnolencia se debe considerar:

  • La hora del día: prestar especial cuidado en la madrugada, de 3 a 5 horas, y en las primeras horas de la tarde, de 14 a 16 horas.
  • El cambio de las horas habituales del sueño puede aumentar el sueño en nuestra conducción. Se deberán extremar las precauciones en estos casos.
  • La calidad y cantidad del sueño son factores que debe considerar el conductor. Dormir de forma insatisfactoria es tan peligroso como dormir pocas horas.
  • Las situaciones monótonas deben evitarse. El conductor deberá buscar mantenerse activo durante la conducción por carreteras habituales o de menor tráfico.
  • Evitar las comidas copiosas debido al efecto sedante que producen.
  • Las altas temperaturas también favorecen la aparición del sueño.

Recomendaciones para evitar accidentes causados por el sueño o la fatiga

La única forma de combatir la fatiga y el sueño de manera eficaz es parar a descansar, unos 20 ó 30 minutos. Las demás actuaciones sólo retrasarán su aparición.

Asimismo, en caso de que lleve el tacógrafo deberá respetar los tiempos máximos de conducción y los mínimos de descanso.


Guías Sonoras Laterales Fresadas (GSLF)

Se trata de unas bandas fresadas en el firme del pavimento como medida de ordenación y guía para el tráfico con el fin de prevenir accidentes en vías convencionales.

Su objetivo es alertar al conductor a través de sonido y vibración del abandono involuntario del carril, aportando un tiempo de respuesta para corregir su trayectoria y evitar salirse de la vía o invadir el carril opuesto.

Normalmente existen 3 tipos de guías sonoras:
  • Sinusoidal
  • Paralelogramo
  • Trapezoidal

3. Enfermedades y medicamentos

Tanto las enfermedades como los medicamentos pueden llegar a alterar la seguridad en la conducción. Los conductores que sufran enfermedades crónicas deberán tomar las siguientes medidas para reducir el riesgo de accidentes:
  • Deberá conocer bien los síntomas comunes de su enfermedad, así como los efectos secundarios.
  • Evitará las causas desencadenantes de estos síntomas, reconociendo rápido los primeros cuando éstos aparecen y conociendo la mejor forma de actuar ante los mismos.
  • Deberá evitar la conducción en las apariciones de crisis o en la fase aguda de la enfermedad.
  • Consultar al médico en caso de que existan dudas sobre los riesgos para la conducción.

Debido a que no todas las personas reaccionan de la misma forma ante los tratamientos farmacológicos, es recomendable consultar sobre sus riesgos al médico o farmacéutico. Asimismo, deberá:
  • Usarlos de forma adecuada. No se automedique ni los mezcle con alcohol.
  • Consultar los prospectos por si el medicamento afectare a la conducción. Algunos tendrán efectos parecidos al alcohol.
  • Seguir las pautas indicadas por el médico en cuanto a dosis y hora de la toma.
  • Intentar no conducir o ser muy prudente al inicio de cualquier tratamiento.
  • No mezclar medicamentos si no lo ha indicado el médico.
  • Cuidar el consumo de café u otros estimulantes ya que pueden alterar sus efectos.

4. El calor

La conducción a altas temperaturas puede alterar de manera considerable las capacidades del conductor.

Así, una temperatura de unos 35º en el interior del vehículo puede tener un riesgo similar al de la alcoholemia de 0,5 g/l en sangre, aumentando los tiempos de reacción, fatiga, sueño, distracciones, agresividad u otros.

Con el fin de evitar estos riesgos se recomienda:
  • Realizar más paradas en los viajes.
  • Evitar estacionar el sol.
  • Usar ropa clara, ligera y gafas de sol.
  • Beber agua o zumos, evitar comidas calientes y pesadas y extremar la precaución después de comer.
  • Regular la temperatura entre los 20 y 23 grados.

5. Las distracciones

Las distracciones pueden llegar a causar el 40% de los accidentes, siendo el factor de riesgo que más se ha incrementado.

Se producen con más frecuencia en carretera, especialmente en autopistas y autovías debido a que son de carácter monótono.

Las causas que aumentan la distracción en la conducción son:

Factores internos: el conductor, la principal razón de distracción

  • Fatiga y sueño.
  • Estrés, ansiedad o depresión.
  • Edades avanzadas.
  • Consumo de alcohol, drogas o medicamentos.
  • Características específicas de la personalidad.
  • Actuaciones que requieren la atención del conductor y le desvían de la conducción: consulta de GPS, mapas, búsqueda de calles o lugares de estacionamiento, uso del móvil o de dispositivos de audio, mantener conversaciones serias o importantes, girar la cabeza para conversar, sacar un insecto del vehículo o del casco, comer, beber, fumar, mirar por el espejo retrovisor o en los alrededores, etc.

Factores externos al conductor

  • Carreteras conocidas.
  • Mala iluminación del entorno y cambios de luz, como túneles, pasos inferiores, deslumbramientos etc.
  • Situaciones complicadas: numerosas señales, mucho tráfico, peatones, etc.
  • Señales o lugares poco visibles o en los bordes del campo visual.

6. El alcohol

El alcohol es una droga que tiene efectos negativos para la conducción. Aunque al principio tiene una fase de euforia, éste actúa como un depresor del Sistema Nervioso Central, aumentando la posibilidad de tener un accidente y de que éste sea más grave.

Los efectos del alcohol en el conductor son:
  • Comportamiento alterado: se produce un aumento de la euforia y de la confianza en sí mismo que provocan mayores actos de imprudencia, mayor número de infracciones y un aumento de las respuestas agresivas e impulsivas con los demás usuarios.
  • Alteración de la percepción del entorno. Se calculan de forma errónea las distancias y las velocidades, se aumenta la sensibilidad al deslumbramiento y aparece el efecto túnel.
  • Alteración de la capacidad de atención ante el mayor número de distracciones.
  • Alteración de la psicomotricidad. Se produce una disminución tanto de la precisión como de la coordinación.

6.1 La tasa de alcoholemia

Se trata de la cantidad de alcohol que existe en sangre. Se puede medir de dos formas:
  • Por la cantidad de gramos de alcohol que hay en un litro de sangre (g/l).
  • Por la cantidad de miligramos de alcohol que hay en un litro de aire espirado (mg/l).

Tasa máxima de alcoholemia

  • Conductores de vehículos dirigidos al transporte de mercancías de más de 3,5 toneladas, mercancías peligrosas, transportes especiales, servicio público, de urgencia, transporte de viajeros de más de 9 plazas, escolar y de menores: 0,15 mg/litro de aire espirado ó 0,3 gramos por litro de sangre.
  • Conductores noveles (dos primeros años): 0,15 mg/litro de aire espirado ó 0,3 gramos por litro de sangre.
  • Resto de conductores más ciclistas: 0,25 mg/litro de aire espirado ó 0,5 gramos/litro de sangre.

Es importante recordar que la conducción con cualquier tasa de alcohol, incluso si es inferior a la permitida, aumenta las probabilidades de accidente. La única tasa completamente segura es la de 0,0 g/l.


Factores que modifican la tasa de alcoholemia que puede alcanzar un conductor


Características del conductor
  • El peso del individuo. Las personas más delgadas pueden obtener tasas mayores.
  • El sexo: las mujeres alcanzan mayores tasas de alcoholemia tomando las mismas cantidades que los hombres.
  • La edad: los menores de 18 años y los mayores de 65 son más sensibles al alcohol.
  • Las condiciones personales, como la fatiga, la somnolencia, el ayuno, las enfermedades u otros.

Forma de tomar el alcohol:
  • Cantidad: factor más importante en el consumo de alcohol.
  • El tiempo y lo rápido que se consuma. La tasa máxima de consumo se alcanza entre los 30 y los 90 minutos.
  • La hora: el alcohol se elimina de manera más lenta durante el sueño.
  • El tipo de bebida consumida. Las bebidas fermentadas, como la cerveza o el vino, tienen una absorción más lenta que las destiladas como el ron, el whisky o la ginebra. Las bebidas calientes o gaseosas producen una aparición más rápida de la alcoholemia.
  • Haber comido en las horas previas: si el intestino y el estómago están vacíos el alcohol se metaboliza más rápidamente en sangre.

En contra de la creencia popular, ninguna de las actividades siguientes ha demostrado ser eficaz para reducir las tasas de alcohol o para evitar la sanción: hacer ejercicio, tomar chicles o caramelos, tomar o masticar café, beber aceite, fumar, consumir cocaína, usar sprays bucales, beber mucha agua o tomar clara de huevo.

7. Las drogas

Los accidentes de carácter más grave están relacionados con el consumo de sustancias aproximadamente en un 10%.

Queda prohibido por ley la conducción por vías públicas a cualquier persona que tenga presencia de drogas en su organismo.

No se incluirán las sustancias que se utilicen por prescripción médica o con finalidad terapéutica mientras se mantengan las condiciones para la conducción con la diligencia debida, precaución y no distracción que establece la ley.

  • El cannabis: produce alteración en la percepción de los alrededores, del tiempo y del espacio. Reduce la capacidad de atención y aumenta las distracciones, así como el sueño y el tiempo de reacción.
  • La cocaína: produce alteración en la percepción de los alrededores y cambios en el comportamiento, de manera que el conductor se vuelve impulsivo, hostil y competitivo. Reduce la capacidad de atención y aumenta las distracciones, provoca un comportamiento de falsa confianza y se asumen más riesgos en la conducción.
  • Anfetaminas: alteración del comportamiento violento e impulsivo. Se produce el efecto de falsa confianza en la conducción y se asumen mayores conductas de riesgo. Movimientos estereotipados y reiterativos que disminuyen la movilidad, menor sensación de fatiga que puede tener consecuencias considerables. Retrasa el sueño, de manera que puede producir un efecto rebote fuerte que provoque en el conductor la necesidad inmediata de dormir.
  • LSD: posibilidades de fuertes distorsiones de la realidad y alucinaciones, así como alteración de comportamientos emocionales que aumenten la agresividad, el pánico o la ansiedad. Aparecen flashbacks y sus efectos tienen una duración de hasta diez o doce horas.
  • El éxtasis (MDMA): posibilidad de ilusiones ópticas, mayor deslumbramiento y visión borrosa. Reduce la capacidad de concentración y aumenta las distracciones. Se pueden producir episodios de depresión o ansiedad, un aumento de la fatiga física y mental cuando estos síntomas terminan y posibilidad de que se sufran flashbacks horas después de que los efectos del consumo hayan desaparecido.

7.1 Tratamiento legal del alcohol y de las drogas

Un agente de la autoridad encargado de la vigilancia del tráfico podrá someter a las pruebas de detección de alcohol o de presencia de drogas en el organismo a:

Todos los usuarios que se han visto implicados en un accidente como responsables o bien hayan cometido una infracción.
Todos los conductores, también los ciclistas, que estén implicados en un accidente, presenten síntomas evidentes de encontrarse bajo la influencia de estas sustancias, hayan cometido una infracción o se encuentren en control preventivo.

7.2 Tipo de prueba

Las pruebas a las que pueden ser sometidos por agentes consistirán en la verificación de la tasa de alcohol mediante aire expirado a través de dispositivos homologados y autorizados.

En el caso de la detección de sustancias, en una prueba salival a través de dispositivos homologados y de un análisis posterior.

Con el fin de poder contrastarlas, el interesado podrá pedir que se repitan las pruebas para la detección del alcohol o de drogas, consistiendo preferentemente en un análisis de sangre excepto por causas excepcionales correctamente justificadas. Cuando la prueba contraste confirme un resultado positivo será abonada por el interesado.


Práctica de las pruebas

En caso de que el resultado supere la tasa máxima permitida o el individuo presente síntomas claros de encontrarse bajo los efectos del alcohol y otras sustancias, el agente deberá informarle:

  • De que se le realizará una segunda prueba mediante un procedimiento parecido.
  • De que tiene derecho a controlar que el tiempo mínimo entre ambas pruebas sea de diez minutos.
  • De que puede formular alegaciones u observaciones cuando lo crea necesario.
  • De que tiene derecho a comprobar los resultados mediante análisis de sangre, orina u otros medios.

Inmovilización del vehículo

Los agentes podrán llegar a inmovilizar el vehículo a través de su precintado u otro procedimiento cuando:
  • El resultado de las pruebas llevadas a cabo sea positivo, a menos que pueda conducirlo otra persona debidamente habilitada.
  • El conductor se niegue a realizar las pruebas.
  • La inmovilización del vehículo será dejada sin efecto cuando desaparezcan las causas que la motivaron, excepto por orden judicial o porque pueda sustituirse al conducir por otro requerido por el mismo. Los gastos que puedan derivarse por la inmovilización, traslado y depósito correrán a cargo del conductor o de quien responda por él legalmente.

7.3 Sanciones y delitos relacionados

En caso de que la prueba de alcoholemia de positiva, la sanción al conductor puede consistir en una multa pecuniaria de entre 500 y 1000€ además de la retirada de entre 4 y 6 puntos del carné.

La sanción máxima se impondrá en los casos en que el conductor hubiera sido previamente sancionado en el año inmediatamente anterior, así como al que supere la tasa con cantidades que lleguen hasta el doble.

En el caso de conducir con drogas en el organismo la sanción será de 1000€ de multa y de pérdida de 6 puntos. Asimismo, la multa de 1000€ también se impondrá a quien no se someta a las pruebas de alcoholemia o de drogas cuando sea obligado a ello.

Si la conducción se produce bajo la influencia de drogas o con una tasa de alcohol mayor a 0,60 mg/l o 1,2 g/l, se podrá imponer una pena de prisión de 3 a 6 meses, multa de 6 a 12 meses o de trabajos en beneficio de la comunidad entre 31 y 90 días y, en todo caso, acompañadas de la pena de privación del derecho a conducir entre 1 y 4 años.

La negación a la realización de las pruebas puede castigarse con prisión entre 6 meses y 1 año y privación del derecho a conducir entre 1 y 4 años.

8. Recomendaciones de seguridad en los transportes de viajeros

Las empresas de transporte de viajeros en autobús tienen la responsabilidad de arbitrar los medios necesarios para que los viajeros tengan garantía de acceso a la información más pertinente sobre el viaje y los elementos con los que el vehículo cuenta que están dirigidos a garantizar su seguridad, desde el momento en que acceden al servicio o antes.

Esta información podrá comunicarse oralmente o a través de cualquier medio gráfico o audiovisual, haciendo referencia como mínimo a los siguientes extremos:

  • Localización de puertas, accesos y salidas de socorro, así como la manera más adecuada de usarlas.
  • Ubicación de extintores.
  • Uso de cinturones de seguridad cuando el vehículo cuente con ellos.
  • Existencia de botiquín de primeros auxilios.
  • Disposiciones sobre colocación de equipaje y bultos de mano.
  • Obligatoriedad de seguir las indicaciones del conductor o el personal acreditado de la empresa relativas a higiene, seguridad y cumplimiento de las normas que les afecten por parte de los viajeros.
  • Principales recomendaciones a seguir en caso de emergencia


9. Permiso y licencia de conducción por puntos

9.1 Asignación de puntos

Al titular de un permiso de conducción se le asignará un crédito inicial de 12 puntos.

De forma excepcional se asignará un crédito inicial de 8 puntos en los siguientes casos:

  • Cuando se obtenga por primera vez un permiso o licencia de conducción.
  • Los titulares de un permiso o licencia de conducción que, tras perder su asignación total de puntos, obtengan nuevamente el permiso o licencia.

En estas circunstancias los titulares de un permiso o licencia de conducción transcurrido el plazo de 2 años sin haber sido sancionados en firme en vía administrativa por la comisión de infracciones que impliquen la pérdida de puntos pasarán a disponer de un total de 12.

Los conductores que mantengan la totalidad de puntos al no haber sido sancionados en firme por vía administrativa, recibirán una bonificación de 2 puntos durante los 3 primeros años y de 1 punto por los 3 años siguientes, pudiendo alcanzar un máximo de 15 en lugar de los 12 iniciales.


9.2 Pérdida de puntos

El número de puntos se verá reducido por cada sanción firme en vía administrativa que se le imponga por cometer infracciones graves o muy graves que lleven aparejada la pérdida de puntos.

Los conductores no perderán más de 8 puntos por acumulación de infracciones en un solo día, a menos que cometan algunas de las que se consideran muy graves por exceso de velocidad o las que se indican en los párrafos primero a sexto del apartado de infracciones con pérdida de 6 puntos, perdiendo el número total de puntos que corresponda en estos casos.

La pérdida de puntos solamente se producirá cuando el hecho del que se defrive la sustracción de los mismos se produzca debido a la conducción de un vehículo para el que se exige autorización administrativa para conducir.


9.3 Recuperación de puntos automática

Pasados 2 años sin haber sido sancionado en firme en vía administrativa por la comisión de infracciones que impliquen la pérdida de puntos, los titulares de los permisos o licencias de conducción que estén afectados por la pérdida parcial de algunos puntos recuperarán la totalidad del crédito inicial de 12.

Sin embargo, en caso de que la pérdida de alguno de los puntos se deba a la comisión de infracciones muy graves, este plazo de recuperación total del crédito será de 3 años.

La pérdida parcial, total o recuperación de los puntos asignados afectará al permiso de conducción cualquiera que sea su tipo y sin que importe el vehículo con el que cometa la infracción.


9.4 Infracciones que provocan la pérdida de puntos

Infracciones con pérdida de 3 puntos: graves.

  • Realizar el cambio de sentido incumpliendo las normativas de tráfico y lo establecido reglamentariamente.
  • Conducir utilizando cascos, auriculares u otros dispositivos que disminuyan la atención a la conducción, o cuando manualmente dispositivos de telefonía móvil, navegadores u otros sistemas de comunicación. Conforme a los avances de la tecnología, se podrán precisar reglamentariamente los dispositivos incluidos en este apartado.
  • No hacer uso del cinturón de seguridad, sistemas de retención infantil, casco y demás elementos de protección.
  • Conducir vehículos utilizando mecanismos de detección de radar o cinemómetro.


Infracciones con pérdida de 4 puntos: graves y muy graves.

  • Conducir un vehículo con un permiso o licencia que no habilite para ello.
  • Arrojar a la vía o a sus cercanías objetos que puedan producir incendios, accidentes de circulación o entorpecer la libre circulación.
  • Incumplir las disposiciones legales sobre prioridad de paso y la obligación de detenerse en la señal de stop, ceda el paso y en los semáforos con luz roja encendida.
  • Incumplir las disposiciones legales sobre adelantamiento poniendo en peligro o entorpeciendo a quienes circulen en sentido contrario y adelantar en lugares o circunstancias de visibilidad reducida.
  • Adelantar poniendo en peligro o entorpeciendo a ciclistas.
  • Realizar la maniobra de marcha atrás en autopistas y autovías.
  • No respetar las señales de los agentes que regulan la circulación.
  • No mantener la distancia de seguridad con el vehículo que le precede.
  • Conducir un vehículo teniendo suspendida la autorización administrativa para conducirlo ó teniendo prohibido el uso del vehículo que se conduce.
  • Conducir con una tasa de alcohol superior a la establecida: en aire espirado de más de 0,25 mg/l hasta 30 mg/l, y en conductores profesionales y titulares del permiso con menos de 2 años de antigüedad más de 0,15 mg/l hasta 0,30 mg/l.


Infracciones con pérdida de 6 puntos: muy graves.

  • Conducir con una tasa de alcohol superior al doble de lo permitido: en aire espirado más de 0,50 mg/l y para conductores profesionales y noveles más de 0,30 mg/l.
  • Conducir con presencia de drogas en el organismo.
  • Incumplir la obligación de someterse a las pruebas de detección de alcohol o de presencia de drogas en el organismo.
  • Conducir de forma temeraria, circular en sentido contrario al establecido o participar en carreras o competiciones no autorizadas.
  • Conducir vehículos que tengan instalados inhibidores de radar o cinemómetros o cualesquiera otros mecanismos encaminados a interferir en el correcto funcionamiento de los sistemas de vigilancia del tráfico.
  • El exceso en más del 50% en los tiempos de conducción o de reducción en más del mismo tiempo en los descansos establecidos en la legislación sobre transporte terrestre.
  • La participación o colaboración necesaria de los conductores en la colocación o puesta en funcionamiento de elementos que alteren el normal uso del tacógrafo o del limitador de velocidad.


La detracción de puntos por exceso de velocidad se producirá de acuerdo con lo establecido en la siguiente tabla:



En las zonas de autovías y autopistas interurbanas de entrada a las ciudades en que se hayan establecido límites inferiores a 100 km/h, los excesos de velocidad se castigarán con una sanción económica correspondiente al cuadro de sanciones.

El resto de consecuencias administrativas y penales sólo se producirá cuando excedan los 100 km/hora y en los términos establecidos para este límite.


9.5 Cursos de sensibilización y reeducación vial

Cursos para recuperar parte de los puntos perdidos (duración de 12 horas)

La superación y realización con aprovechamiento de este curso permitirá recuperar un máximo de 6 puntos sin que ello suponga la recuperación de más puntos de los que se hubieran perdido.

Sólo podrá llevarse a cabo una vez cada 2 años, o cada año cuando se trate de conductores profesionales.


Cursos para recuperar el permiso o licencia de conducción (duración de 24 horas)

Para recuperar el permiso o licencia de conducción será necesario que apruebe con éxito un curso y una prueba tipo test en la Jefatura Provincial de Tráfico.

El mismo proceso se adopta en caso de haber sido condenado por sentencia firme a la pena de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo mayor a 2 años.

Si la condena fuera mayor a 2 años, solamente deberá acreditarse haber superado con aprovechamiento el curso.

En caso de pérdida total de puntos no podrá obtener un nuevo permiso hasta pasados 6 meses desde la notificación, siendo 3 en caso de conductores profesionales. Estos plazos se duplicarán si durante los 3 siguientes años se pierden los puntos totales.

Los que no superen la prueba tipo test en la primera convocatoria podrán presentarse nuevamente hasta un máximo de 2 veces, debiendo realizar previamente en cada una de éstas 4 horas de formación en el centro donde hiciera el curso.


9.6 Responsabilidad de las infracciones

La responsabilidad por las infracciones a lo dispuesto en la Ley sobre el tráfico, circulación de vehículos a motor y seguridad vial, recaerá directamente en el autor del hecho. Sin embargo:

  • El conductor de una motocicleta, de un ciclomotor, de un vehículo de 3 o 4 ruedas no carrozados o de cualquier otro vehículo para el que se exija el uso de casco por conductor y pasajero será responsable por la no utilización del casco de protección por el pasajero, además de transportar pasajeros que no cuenten con la edad mínima exigida.

Asimismo, el conductor del vehículo será responsable por la no utilización de los sistemas de retención infantil a menos que sean conductores profesionales que presten servicio público a terceros.

  • Cuando el autor de los hechos sea menos de 18 años, responderán de forma solidaria sus padres, tutores, acogedores y guardadores legales o, de hecho, por este orden, debido al incumplimiento de la obligación impuesta a éstos que conlleva un deber de prevenir a la infracción administrativa que se imputa a los menores a su cargo. La responsabilidad solidaria quedará referida estrictamente a la pecuniaria derivada de la multa impuesta.
  • En los supuestos en que no tenga lugar la detención del vehículo y éste tuviese designado un conductor habitual, la responsabilidad por la infracción recaerá en éste a menos que acredite al otro conductor o la sustracción del vehículo.
  • En los supuestos en que no tenga lugar la detención del vehículo y éste no tuviera designado un conductor habitual, será responsable el conductor identificado por el mismo o el arrendatario a largo plazo.
  • En las empresas de arrendamiento de vehículos a corto plazo será responsable el arrendatario del vehículo. En caso de que éste manifestara no ser el conductor, o bien se trate de una persona jurídica, deberá facilitar a la administración la identificación del conductor del vehículo en el momento en que se llevó a cabo la infracción. La misma responsabilidad tendrán los titulares de los talleres mecánicos o establecimientos de compraventa de vehículos por las infracciones cometidas con los vehículos mientras se encuentren allí depositados.
  • El titular o arrendatario a largo plazo en caso de que conste en el Registro de Vehículos será responsable por las infracciones por estacionamiento, excepto en los casos en que el vehículo tuviese designado un conductor habitual o se indique un conductor responsable del hecho.

El titular o arrendatario del vehículo con el que se cometa la infracción cuando sea requerido debidamente para ello, deberá identificar al conductor responsable de la infracción.

El incumplimiento de esta obligación tendrá la consideración de infracción muy grave y se sancionará con el doble de la multa prevista para la infracción originaria, si es infracción leve, y triple si es infracción grave o muy grave.

10. Elementos de seguridad activa

Los elementos de seguridad activa o primera son los que se incorporan en el vehículo con el objetivo de reducir la probabilidad de accidentes.

10.1 Los neumáticos

Se trata de los únicos elementos del vehículo que están en contacto con el suelo. Una de sus partes principales es la banda de rodadura, en la que se encuentran unos canales y ranuras que permiten el agarre del vehículo al pavimento (formando la adherencia).

Asimismo, cuando existe agua en la calzada, el dibujo evacúa permitiendo así el contacto con el suelo.


Tipos de neumáticos

  • Neumático sin cámara (TUBELESS): el aire se almacena en el interior del conjunto que se forma por la llana y la cubierta. Este neumático tiene la ventaja de que, si se pincha, el aire se pierde lentamente, por lo que el conductor tiene más tiempo para reaccionar.
  • Neumático con cámara: el aire se almacena en una cámara instalada en el interior, haciéndolos menos seguros.


Características de los neumáticos




  • 195: anchura nominal en milímetros.
  • 65: altura del flanco (perfil) que será el 80% del neumático.
  • R: estructura del neumático radial.
  • 15: diámetro interior en pulgadas.
  • H: símbolo de velocidad máxima (máx. 210 km/h).
  • TUBELESS: neumático sin cámara.
  • M+S, M&S o MS: estos símbolos los llevan los neumáticos usados para mejorar el agarre en barro y nieve. M significa MUD, barro. S significa SNOW, nieve.


Etiquetado de los neumáticos

Los distribuidores de neumáticos tienen la obligación de informar cuando proceda a través de un adhesivo o de una etiqueta exhibida en el punto de venta de:

  • Su eficiencia en cuanto al consumo de carburante.
  • Su clase de adherencia en superficie mojada.
  • Su nivel de ruido de rodadura.
  • Su duración estimada.
  • Su nivel de confort.


Mantenimiento de los neumáticos

El mal estado de los neumáticos es la principal causa de accidentes debido a fallo del vehículo. Por esta razón el conductor deberá prestarles la atención que precisen y realizar sistemáticamente el mantenimiento adecuado.

Los neumáticos radiales son los más usados, además de calentarse menos que los diagonales.


Presión de inflado

La presión de inflado se debe comprobar periódicamente (cada 15 días aproximadamente) debiendo ajustarse a lo señalado por el fabricante en función de la carga y la vía.

Esta comprobación debe hacerse con los neumáticos en frío y usando un manómetro en buen estado. Si lo hace con los neumáticos calientes no deberá quitarse el aumento producido, debido a que es normal y el fabricante lo ha previsto.

En los vehículos que llevan ruedas gemelas sus neumáticos deberán tener la misma presión.


Cuando la presión de inflado no es correcta

En caso de que la presión de inflado sea inferior a la indicada:

  • Se deformarán más los flancos, se calienten de forma excesiva y por tanto aumenta el riesgo de reventón.
  • Se desgastan más y más deprisa por los bordes de la banda de rodadura (hombros).
  • Se reduce la adherencia, lo que es muy peligroso con pavimento deslizante. Asimismo, aumenta el riesgo de aquaplaning.
  • Cuesta más mover la dirección del vehículo.
  • El vehículo pierde estabilidad y aumenta el consumo de carburante, por lo que la rueda se desinfla y ofrece más resistencia a la rodadura


Si la presión de inflado es superior a la indicada
  • Disminuye la zona de contacto con el pavimento y con ello la adherencia.
  • Se desgasta más y más deprisa por el centro de la banda de rodamiento.
  • No absorben bien las irregularidades del terreno, por lo que el vehículo vibra más y se deterioran los órganos de suspensión.


Si la presión entre ruedas del mismo eje está descompensada, haciendo la conducción más peligrosa:

  • Cada rueda tendrá un agarre y un rozamiento distinto al que se preveía.
  • El vehículo tenderá a irse hacia el lado de la rueda más desinflada.
  • La frenada será más irregular, acentuándose la desviación mencionada.


Otras operaciones de mantenimiento

  • Retirar las piedras incrustadas en el dibujo y en caso de montaje gemelo revisar también el hueco que queda entre las ruedas, ya que una piedra podría dañarlas.
  • Equilibrar las ruedas. Tendrá que colocar unas pequeñas piezas de plomo que actúen como contrapesos en la llanta para que la rueda gire sin vibraciones. Si se pierden, se producen vibraciones en las ruedas que se transmiten al volante cuando el vehículo alcanza una velocidad dada. Las vibraciones dañan los neumáticos, la suspensión, la dirección, etc.
  • Limpiar las ruedas de grasa, líquido de frenos, disolventes u otros productos abrasivos, así como inspeccionar los posibles desgastes anormales.


Factores que aumentan el desgaste de los neumáticos

Existen algunos factores que, junto con la presión de inflado, aumentan el desgaste de los neumáticos:

  • La forma de conducir: aceleraciones, frenazos, alta velocidad, golpes o roces contra los bordillos, etc.
  • Las malas condiciones del vehículo: dirección desalineada, ruedas desequilibradas, amortiguadores desgastados, frenos mal reglados, exceso de carga o mal estibada, etc.
  • Las condiciones de la vía: el tipo y estado de pavimento, el calor (hay un mayor desgaste a altas temperaturas) y el uso de cadenas para la nieve.

Con el objetivo de reducir el desgaste y el consumo de combustible, algunos vehículos permitirán elevar un eje cuando el vehículo circula sin carga. Ésta será retráctil y descargable.


Cambio de neumáticos

Los neumáticos de aquellos vehículos con una MMA mayor a los 3500 kg deberán sustituirse cuando la profundidad de las ranuras principales de la banda de rodadura no garantice la adherencia al pavimento, o en caso de que éstas presenten cortes, grietas, abultamientos u otro tipo de desgaste. Sin embargo, hay dos alternativas al cambio de neumáticos:

  • Regrabado del dibujo: sólo puede realizarse en aquellos neumáticos que lleven la palabra REGROOVABLE o el símbolo U, de los vehículos con una MMA mayor a 3500 kg.
  • El recauchutado del neumático: consiste en pegar una nueva banda de rodamiento sobre la cercada anterior. Se deberá comprobar frecuentemente el estado de la banda de rodadura, debido a que puede despegarse del resto del neumático.


Asimismo, se debe tener en cuenta la fecha de fabricación de los neumáticos debido a que suelen caducar en torno a los 5 años, perdiendo su elasticidad e impidiendo que el vehículo se adhiera bien al pavimento.

Los neumáticos nuevos no podrán contar con un índice de carga o de velocidad menor al indicado por el fabricante.


10.2 Los frenos

Tendrán la finalidad de reducir la velocidad del vehículo, llegar a detenerlo o de inmovilizarlo cuando fuera preciso. Funcionan haciendo rozar una parte inmóvil (las pastillas de freno o zapatas) con una parte móvil (los discos o tambores).

Los autobuses deberán ir provistos de un sistema de frenado que proporcione las siguientes funciones:

  • Frenado de servicio: capaz de disminuir su velocidad y detenerlo de manera rápida, segura y eficaz.
  • Frenado de socorro: con la misma función que el anterior, actuará cuando éste no lo haga.
  • Frenado de estacionamiento: utilizado para mantener inmóvil el vehículo.


Frenado de disco vs Freno de tambor

El disco gira unido a la rueda y al frenar, las pastillas lo comprimen y lo frenan. El tambor gira unido a la rueda y al frenar, las zapatas se expanden y lo frenan.

El tipo de freno más usado en la actualidad es el freno de disco, debido a que ofrece mayor seguridad en la frenada y se refrigera mejor, retrasando la aparición del fading (pérdida de eficacia por calentamiento excesivo).

En los vehículos más pesados el sistema de mando neumático es el más usado para accionar las pastillas o zapatas. Está compuesto por un compresor, accionado por el motor, que suministra aire a presión a los calderines donde se va acumulando.

Cuando el aire acumulado en los calderines alcanza su mayor presión, se abre una válvula de descarga, evitando así sobrepresiones en el circuito.

Cuando se acciona el pedal de freno se abre una válvula de paso que permite que el aire comprimido llegue a los pulmones de las ruedas, donde ejercerá la fuerza necesaria a los elementos frenantes.

El sistema también estará dotado con un manómetro que informa al conductor de la presión de aire que hay en el circuito, debido a que si existe alguna fuga puede dejar de funcionar.


Sistemas de ayuda a la frenada

  • Servofreno Reduce el esfuerzo que debe realizar el conductor para frenar siempre que el motor esté encendido.
  • Freno motor (en el escape).
  • Ralentizadores
  • Freno eléctrico: Permite reducir o mantener la velocidad sin usar el freno de servicio y sin entrar en rozamiento ninguno de sus elementos, reduciendo su desgaste y garantizando una reserva de potencia de frenado que reduzca el fading. Sólo actúa en las ruedas motrices, por lo que en condiciones de baja adherencia no es recomendable usarlos, ya que puede producir derrapes.


ABS

Sistema antibloqueo que evita el bloqueo de las ruedas en caso de frenado de emergencia, permitiendo con ello el control de la trayectoria del vehículo.


BAS

Asistencia a la frenada de emergencia. Detecta cuando se lleva a cabo una frenada de emergencia y asegura que todas las ruedas reciben la máxima presión de frenado sin bloquearlas


EBV

Distribución electrónica de la frenada. Regula la frenada en el eje delantero y trasero según la masa que recae sobre cada uno, enviando más o menor presión a las ruedas


EBS

Control electrónico del sistema de frenado. Al pisar el pedal de freno se activan todos los cilindros del freno de servicio, de manera que reaccionan inmediata, simultánea y uniformemente, evitando que haya periodos largos de flujo para aumentar o disminuir la presión


Uso de los frenos

Además de las condiciones de adherencia, en los vehículos pesados se deberá tener presente su masa y la de la carga, debido a que tanto la distancia de frenado como la eficacia de los frenos varían en función de lo que cargue el vehículo.

Cuando sea posible, el frenado de un autobús se debe realizar con la máxima antelación y usando el freno de servicio lo mínimo posible.

Para ello, el conductor debe anticiparse a las situaciones que le fuercen a reducir la velocidad y aprovechar la retención que produce el motor cuando circula con una marcha engranada, sin acelerar ni pisar el embrague (el freno de motor convencional).

Asimismo, también se podrá utilizar los dispositivos ralentizadores señalados (tienen varias posiciones para aumentar su eficacia).

En los descensos prolongados, para mantener o reducir la velocidad, el conductor usará en primer lugar el dispositivo ralentizador.

Si esto no fuera suficiente, tendrá que frenar de forma progresiva para reducir la velocidad y cambiar a una marcha más corta, debido a que con esto aumenta la retención del motor y la eficacia de los ralentizadores.

En ningún caso se deberá utilizar de forma continuada el freno de servicio, ya que podría perder su eficacia si se calienta.

En caso de emergencia si el vehículo no estuviera dotado con ABS, se deberá frenar con fuerza, pero sin bloquear las ruedas, debido a que si lo hacen aumentará la distancia de frenado y se pueda perder el control sobre la dirección del vehículo.

Para evitar esto se deberá reducir la presión realizada sobre el pedal al menor síntoma de bloqueo.

En los vehículos equipados con ABS se podrá pisar a fondo el pedal de freno, dado que ya no existirá el riesgo de bloqueo.


Mantenimiento del sistema de frenado

  • Comprobar el desgaste de las pastillas de freno o zapatas, algunos vehículos tienen un testigo en el cuadro de instrumentos que avisa cuando están desgastados. Asimismo, se deberá verificar que la superficie de los discos y tambores no está desgastada o rayada, debiendo sustituirlas en caso contrario.
  • Comprobar el estado de las tuberías, canalizaciones y demás conexiones del circuito de frenado.
  • Eliminar periódicamente el agua que se acumula en los calderines a causa de la condensación de la humedad del aire, a través de los sangradores o purgadores que tienen instalados. Cuando mayor sea el nivel de agua menor será la capacidad para almacenar aire. En invierno se recomienda realizar este proceso a diario.
  • Comprobar el cartucho del sistema secador de aire y sustituirlo cuando indique el fabricante.
  • Comprobar y limpiar el filtro de aire que tiene el sistema de frenado neumático.
  • Comprobar el estado y tensión de la correa que acciona el compresor del sistema neumático de frenado. No deberá tener cortes o grietas.
  • Comprobar, una vez al año, el nivel del líquido anticongelante.
  • Limpiar periódicamente las aletas de refrigeración del compresor ya que en caso de estar sucias no permiten una buena refrigeración y se pueden producir averías.
  • Antes de comenzar la marcha se deberá esperar, con el motor encendido, a que los manómetros indiquen que el circuito tiene suficiente presión de aire.
  • Evitar el sobrecalentamiento de los frenos debido a que el exceso de temperatura puede cristalizarlos y reducir de forma considerable su eficacia.
  • Evitar utilizar el freno de estacionamiento con los frenos calientes, debido a que pueden deformar los tambores.

En caso de que el circuito de frenos sea de accionamiento hidráulico, se deberá comprobar el nivel del líquido de frenos.

Deberá estar entre las marcas de máximo y mínimo del depósito y sustituirlo cuando lo indique el fabricante, aproximadamente cada 2 años.


Averías más habituales del sistema de frenado



10.3 La suspensión

Es el conjunto de elementos que unen la parte suspendida del vehículo (bastidor, carrocería, etc.) con la parte no suspendida (el conjunto de ruedas y ejes). Este sistema tiene el objetivo de:

  • Mantener la estabilidad del vehículo y garantizar el apoyo constante de las ruedas sobre el pavimento de manera que se garantice su adherencia.
  • Evitar que las irregularidades del terreno se transmitan al habitáculo del vehículo, aumentando el confort y la comodidad


En los autobuses el sistema de suspensión se compone de:

  • Unos elementos elásticos encargados de absorber las irregularidades del terreno, mantener la altura de la carrocería y soportar su masa. Estos elementos son:
    • Las ballestas: para suspensiones mecánicas
    • Los cojines de aire: usados en suspensiones neumáticas. Conserva la altura de la carrocería con independencia de su carga transportada, así como permite su regulación en las operaciones de acceso o bajada de los pasajeros.
    • Los amortiguadores: tienen la finalidad de frenar las oscilaciones de los elementos elásticos, reduciendo tanto su amplitud como su frecuencia.

  • Una barra estabilizadora por eje, encargadas de mantener el vehículo en posición horizontal, evitando inclinaciones excesivas en las curvas o en los baches.


Mantenimiento y prevención de averías en la suspensión

  • Verificar la fijación de los elementos de la suspensión y el estado de sus articulaciones: brazos, tirantes, triángulos, rótulas, silent-blocks, etc.
  • Verificar el estado de las canalizaciones del sistema neumático.
  • Verificar el estado de los amortiguadores y sustituirlos siguiendo las recomendaciones del fabricante. La pérdida de líquido es un síntoma de que están deteriorándose.
  • Observar la horizontalidad del vehículo. Con el trascurso del tiempo los elementos elásticos pueden perder dicho efecto y disminuir la altura de la carrocería, por lo que en tal caso deberán sustituirse.
  • Si el vehículo lleva ballestas, se deberá comprobar que sus láminas no están rotas y que no existe ninguna avería que dificulte su deslizamiento de manera suave y progresiva.
  • Engrasar periódicamente los diferentes puntos de la suspensión siguiendo las indicaciones del fabricante. En algunos vehículos esta operación se realizará de manera automática.


10.3 La dirección

Se trata del conjunto de elementos que tienen la finalidad de orientar las ruedas directrices según el destino indicado por el conductor.

Estas ruedas normalmente son las delanteras, aunque hay vehículos que usan configuraciones que proporcionan una mayor maniobrabilidad.

En este sentido, los autobuses de más de 12 metros suelen tener dos ejes directrices, uno delante y otro en la parte de atrás.

En la actualidad hay diferentes sistemas que facilitan el accionamiento de la dirección y aumentan su precisión, como la servodirección o dirección asistida, que reducen el esfuerzo que debe realizar el conductor para orientar las ruedas siempre que el motor esté funcionando.

Asimismo, algunos vehículos incorporan un sistema que adapta el esfuerzo que se tiene que realizar para accionar el volante según la velocidad de circulación, permitiendo maniobrar con menor esfuerzo.


Mantenimiento y prevención de averías

  • En caso de que la dirección sea asistida hidráulicamente, se deberá comprobar el nivel de líquido que hay en el depósito, debiendo mantenerse entre el máximo y el mínimo, y sustituirlo cuando lo señale el fabricante.
  • Comprobar el alineado de la dirección y que no existan holguras.
  • Evitar circular con los neumáticos bajos de presión y la carga excesiva en la zona cercana al eje directriz, debido a que aumentaría el esfuerzo a realizar para accionar el volante y el desgaste de los elementos del sistema.
  • Evitar los golpes con bordillos, baches, resaltos, etc., debido a que podrían modificarse las cotas de la dirección (convergencia-divergencia, avance-salida y caída). Evite afrontar los resaltos cuando esté frenando.
  • Comprobar la correa que acciona la bomba de dirección asistida.
  • Engrasar las rótulas, ejes y demás puntos del sistema que señale el fabricante. Los guardapolvos que cubren estos elementos deberán estar en perfecto estado para evitar la pérdida de grasa y que penetre el polvo y la humedad


Averías más frecuentes en la dirección


10.4 Las luces

Tienen la misión de permitirnos ver, ser vistos y de señalizar. Se deberá revisar periódicamente tanto su regulación como su funcionamiento y sus condiciones.

Algunas de las últimas innovaciones tecnológicas incorporan los siguientes elementos:

  • Lámparas xenón: emiten una luz azulada intensa, similar a la luz natural, que aumenta la visibilidad frontal y lateral y reduce la fatiga ocular, así como la probabilidad de deslumbrar.
  • Luces adaptativas: el haz luminoso de los faros se orienta en función del giro del volante mejorando la visibilidad en las curvas y cruces.
  • Luces diurnas: aumentan la visibilidad del vehículo en cualquier circunstancia.


Mantenimiento del sistema

  • Verificar de manera periódica que funcionan correctamente todas las luces y que no hay grietas o roturas en los faros del vehículo.
  • Cuando alguna luz no funcione se deberán comprobar los fusibles según se indique en el libro de mantenimiento del vehículo. Los fusibles tienen la misión de proteger los circuitos eléctricos de posibles subidas de intensidad de corriente, evitando daños en los elementos del circuito. Si alguno estuviera fundido, deberá ser sustituido por uno nuevo que tenga el mismo voltaje y amperaje, sin que se permitan los puentes.
  • Regular los faros periódicamente: debe ajustar, vertical y horizontalmente, el haz luminoso proyectado por los faros, de manera que la luz tenga la dirección y características necesarias para que la iluminación sea efectiva.
  • Asimismo, en caso de que el vehículo lleve lámparas de descarga o de xenón, deberá mantener limpios los faros con el sistema de limpieza. Cuando se funda una de estas lámparas, deberá cambiarla personal especializado debido a que la tensión con la que funcionan es elevada.


10.5 Otros sistemas de seguridad activa

Control de estabilidad

El Control Electrónico de Estabilidad (ESP) detecta si el vehículo comienza a derrapar y actúa sobre el freno y la tracción de cada rueda, para conseguir que el conductor recupere el control.

Control de tracción

El control de tracción (ASR, TCS, etc.) detecta si alguna de las ruedas motrices gira más rápido de lo que debería y actúa sobre la potencia del motor y/o sobre el sistema de frenado para corregir el problema. Algunos de estos sistemas permiten arrancar en suelos deslizantes, conversar mejor la estabilidad del vehículo en curvas, al subir una pendiente o con lluvia.

Limitador de velocidad

Los vehículos de motor de las categorías M2 y M3 (destinados al transporte de personas en número mayor a 9, incluyendo el conductor) sólo podrán circular por la vía pública si tienen instalado un dispositivo de limitación de velocidad regulado de tal forma que su velocidad no pueda ser mayor a los 100 km/hora.

Sin embargo, no será obligatorio para los siguientes vehículos:

  • Autobuses usados por las fuerzas armadas, fuerzas de orden público, protección civil, servicios contra incendios y demás servicios de urgencia.
  • Autobuses que por su construcción no puedan superar los 90 km/hora.
  • Autobuses usados con el fin de ensayos científicos en carretera.
  • Autobuses que sean usados sólo para servicios públicos en áreas urbanas.


11. Elementos de seguridad pasiva

Los elementos de seguridad pasiva o secundaria son los que están dirigidos a reducir las consecuencias de los accidentes, bien porque evitan las lesiones o porque las reducen.


La estructura metálica (bastidor – carrocería)

En los autobuses la estructura metálica está compuesta por el bastidor (de celosía) y por la carrocería.

El fin de la carrocería es el de proteger a los ocupantes en el caso de que ocurra un accidente. Para este fin incorporan elementos que permiten su deformación y absorben una gran cantidad de energía del impacto.

Esta deformación, sin embargo, es limitada, debido a que el espacio cercano a los pasajeros (la cédula de supervivencia) deberá conservarse prácticamente sin deformación (toda la energía que no absorba la estructura del vehículo será absorbida por los ocupantes).

Deberán construirse y equiparse de manera que no tengan, ni en su interior ni en el exterior, adornos u otros elementos con aristas salientes que presenten peligro para sus ocupantes o para los demás usuarios de la vía pública.


Protecciones contra el empotramiento

Los vehículos deberán construirse y equiparse de manera que ofrezca en toda su anchura una protección eficaz contra el empotramiento de los vehículos de las categorías M1 y N1 que puedan chocar con su parte trasera.

Para los vehículos de las categorías M1, M2 y M3, se considera que esta protección es eficaz:

  • Cuando la forma y características de la parte de atrás del vehículo respondan, en dimensiones y resistencia a la deformación, a lo establecido en la reglamentación vigente o cuando la altura debajo de la parte posterior del vehículo en vacío no supere los 550 mm, en un ancho que no podrá ser menor en más de 100 mm de cada lado al del eje trasero sin considerar la deformación de los neumáticos en la cercanía del suelo.
  • Cuando el vehículo esté equipado con un dispositivo de protección trasera contra el empotramiento que responda, en dimensiones y resistencia, a la deformación, según lo establecido en la reglamentación vigente.


Quedan exentos de esta obligación, los vehículos en los que su presencia sea incompatible con su utilización y así figure en su documentación.


11.1 Los cristales

Actualmente los vehículos usan cristales laminados (dos cristales pegados en una lámina de plástico).

Estos cristales aumentarán la seguridad en caso de sufrir un impacto, debido a que en caso de rotura no se fragmentan en pequeños trozos, sino que conservan la visibilidad y evitan las lesiones que se podrían producir en caso de que se rompiera.


11.2 El cinturón de seguridad

Tiene el objetivo de retener el cuerpo en caso de colisión o vuelco, evitando que los ocupantes se golpeen de forma violenta o salgan despedidos al exterior.

En los autobuses, será obligatorio para el conductor y los pasajeros de más de 3 años de edad cuando los asientos estén equipados con el mismo.

Para que el cinturón pueda ofrecer la protección adecuada deberá estar en perfecto estado y correctamente colocado:

  • La cinta torácica deberá atravesar el centro del pecho y pasar sobre la clavícula.
  • La cinta abdominal debe estar colocada sobre la pelvis y rodear los huesos de la cadera.
  • Deberá estar bien ajustado al cuerpo y sería recomendable que no usara prendas como abrigos mientras conduce, debido a que reducen su eficacia. Está prohibido el uso de pinzas para reducir la presión.


Últimos avances en los cinturones

  • Sistema limitador de la carga: además de la elasticidad de la cinta, los cinturones podrán tener un sistema que alivia la presión sobre el conductor cuando la fuerza sobre pecho o pelvis ha alcanzado unos valores excesivos, reduciendo el riesgo de lesión interna o de latigazo cervical.
  • Pretensores pirotécnicos: son unos dispositivos que se disparan al detectar el impacto del vehículo y consiguen una mejor sujeción, debiendo sustituirse después de un fuerte impacto.


11.3 Los airbags

Se trata de una bolsa de aire que se infla de forma automática cuando se produce una deceleración instantánea del vehículo de suficiente intensidad.

Su misión es evitar el impacto directo de los ocupantes contra los distintos elementos del vehículo, disminuyendo la posibilidad de sufrir lesiones.

Se infla a una velocidad aproximada de 300 km/h por lo que, de no usarse el cinturón, podrá ser golpeado por él de forma violenta.

Se trata de un elemento que complementa al cinturón y que no lo sustituye. Asimismo, no se deberán colocar objetos cerca del mismo, debido a que pueden salir despedidos y golpear violentamente a los ocupantes.


11.4 Elementos de seguridad preventiva

Son aquellos que no pueden considerarse elementos de seguridad activa o pasiva pero que asisten al conductor en su misión de mantener la atención o facilitan su respuesta. Algunos de estos elementos son:

  • La temperatura del habitáculo.
  • El confort y la ergonomía.


Elementos que proporcionan visibilidad al conductor

  • Limpiaparabrisas: se deberán cambiar las escobillas cuando se vea que están endurecidas, cuarteadas o cuando el barrido sea irregular, dejando zonas sin limpiar o produciendo ruidos cuando se activen.
  • Lavaparabrisas: deberá revisar de forma periódica el nivel de líquido del lavaparabrisas y rellenarlo por completo. Asimismo, también debe verificar que los orificios de salida hacia el parabrisas no están obstruidos y que el chorro de agua llega a la parte más alta del arco definido por las escobillas. En invierno deberá añadir algún anticongelante para evitar que el agua se congele.
  • Dispositivos antihelio y anti vaho (ventilación/climatizador y luneta térmica).
  • Espejos retrovisores. Según la categoría del vehículo, deberá dotarse con los siguientes espejos:


Retrovisores interiores


Retrovisores exteriores


11.5 La vía y su entorno

Con el fin de que la conducción no se convierta en una actividad peligrosa, el conductor deberá considerar siempre la adherencia que proporciona el pavimento de la vía, su trazado y las condiciones climatológicas.


La adherencia

La adherencia variará en función de muchos factores, siendo los más significativos los relacionados con el vehículo, así como con el tipo y estado del pavimento de la vía.

El peligro de deslizamiento aumentará en pavimentos de tipo liso, mojado, sucio, con nieve, con hielo u otros.


Las curvas

Se trata de una de las zonas más peligrosas de la vía. En las curvas el vehículo está sometido a las siguientes fuerzas:

  • Fuerza centrípeta: surge a raíz de las actuaciones que realiza el conductor para trazar la curva.
  • Fuerza centrífuga: surge a raíz de la línea recta que el vehículo pretende realizar. Esta fuerza es mayor cuando:
    • La curva es más cerrada, debido a su menor radio.
    • La velocidad es más elevada.
    • El peso del vehículo y sus ocupantes es mayor. Por esta razón deben extremarse las precauciones cuando se circule con el vehículo cargado.


El comportamiento del conductor

Antes de llegar a acceder a una curva el conductor debe analizar el estado del pavimento, el radio de la curva, su peralte y demás señalización que se encuentre en la vía (como el grado de peligrosidad, la sucesión de curvas, etc.).


Por esta razón el conductor tiene que:

  • Decelerar antes de entrar en la curva colocando, si es necesario, una marcha que permita una mejor aceleración.
  • Inclinar el vehículo hacia el interior de la curva con precisión y de forma suave.
  • Cuando se llegue aproximadamente a la mitad de la curva, se acelera de forma paulatina.
  • Seguir acelerando conforme se sale de la curva y se endereza el vehículo al incorporarse a la recta.


Nunca se deberá tomar una curva con el embrague pisado o en punto muerto.


12. Técnicas de conducción

12.1 Técnicas de conducción preventiva

Se denomina conducción preventiva a la forma de conducir que intenta conseguir una conducción segura por parte del conductor, de manera que le permite recoger la información necesaria de sus alrededores y poder así reaccionar con antelación ante posibles imprevistos.

Las técnicas de conducción preventiva basan su comportamiento en tres principios:

  • Visión: guiando la mirada puede conseguir la información que necesita.
  • Anticipación: así tendrá tiempo suficiente para reaccionar.
  • Espacio: se deben mantener unas distancias de seguridad adecuadas por delante, por detrás y a los lados del vehículo.


Técnicas de visión

El conductor no deberá limitarse a mirar al vehículo que tiene delante, sino que también deberá recoger el resto de información con tiempo suficiente para analizarla y reaccionar apropiadamente.

Por esta razón, se recomienda:

  • Mirar a lo más lejano: a cuanta más velocidad se circule más lejos debe mirarse.
  • Mirar a los lados con frecuencia: de esta manera se prevé una mejor antelación en la respuesta de posibles problemas en los bordes de la calzada.
  • Mirar por los retrovisores: Se deberán mirar con frecuencia incluso cuando no se realice ninguna maniobra, así como girar la cabeza para controlar los ángulos muertos.


Anticipación

Con el objetivo de disponer de tiempo suficiente para evitar riesgos y reducir la distancia de reacción, se recomienda:

  • Una conducción con desconfianza y concentrada en la que el conductor imagina constantemente problemas que pueden ocurrir en la vía y así reduce su tiempo de reacción.
  • Adapte la velocidad a las circunstancias: con una velocidad moderada podrá tener mayor antelación en los posibles problemas de la vía y realizar una detención segura si fuera necesario.
  • Hacerse notar y entender: con el fin de que los demás usuarios de la vía puedan anticipar sus movimientos, deberá señalizar de forma adecuada sus próximas maniobras, usar de forma apropiada la iluminación del vehículo y evitar caer en el uso de los ángulos muertos de sus retrovisores.


12.2 Gestión de espacio

Gestión de espacio delantero

La distancia de seguridad que todo conductor deberá mantener con el vehículo que tiene delante se deberá aumentar cuando:

  • Cuando se circula con el vehículo cargado.
  • Conduciendo bajo condiciones ambientales adversas o por pavimentos deslizantes (de noche, con lluvia, etc.)
  • Cuando el estado del conductor no sea apropiado (fatiga, sueño, enfermedad).
  • Cuando otro vehículo nos siga demasiado cerca.


Asimismo, cuando tenga que detener su vehículo detrás de otro también deberá mantener un espacio de seguridad que le permita resolver posibles situaciones de riesgo, sobre todo cuando intente evitar los alcances.

En caso de que esté en un atasco y sea el último vehículo, encienda las luces de emergencia y mire regularmente por el retrovisor, desconfiando siempre de los vehículos que se aproximen por detrás.


Gestión de espacio trasero

Con el fin de evitar accidentes que se pueden producir cuando el vehículo de detrás circula de forma demasiado cercana al nuestro, se debe:

  • Aumentar la distancia de seguridad frontal aún más, para poder actuar sin movimientos bruscos ante cualquier imprevisto.
  • Señalizar las maniobras con suficiente antelación, para que el otro conductor conozca nuestras intenciones.
  • Frenar con tiempo suficiente y de forma progresiva con el fin de retener y avisar al vehículo de detrás.


Gestión de espacio lateral

Durante la conducción será frecuente que otros usuarios invadan el espacio lateral de nuestro vehículo.

Para conducir de manera preventiva, siempre se deberá evitar el espacio por el que otros usuarios puedan moverse de forma repentina, lo que se conoce como zona de incertidumbre.


13. Técnicas de conducción eficiente

El uso de vehículos a motor tiene una influencia muy negativa en la contaminación del medio ambiente, debido a que como consecuencia de la combustión del carburante se producen dos tipos de emisiones:

  • Dióxido de carbono (CO2): principal responsable del efecto invernadero.
  • Gases contaminantes: entre los que están el monóxido de carbono (C9, hidrocarburos (HC), sódicos de nitrógeno (NOx) y otros.

Actualmente incluso los vehículos industriales tienen tecnologías que reducen estas emisiones, pero la forma de conducción seguirá siendo determinante.

Cuando se aplican las técnicas de conducción eficiente se puede reducir de forma considerable las emisiones indicadas, permitiendo un uso del vehículo más sostenible para el medio ambiente y mejorando la calidad del aire.


Asimismo, esta técnica proporciona una serie de beneficios:

  • Aumento de la seguridad: debido a que para usarla se tienen que usar previamente las técnicas de conducción preventiva.
  • Reducción de los costes de uso y mantenimiento del vehículo.
  • Aumento de la comodidad: se evitan frenadas bruscas o acelerones de manera que se mantiene una velocidad media constante.
  • Disminución del ruido producto del vehículo: reduce la contaminación acústica en las ciudades.


Desde enero de 2019 los estados miembros de la UE realizan un seguimiento de los datos sobre matriculación, sistema de propulsión y carrocerías de todos los vehículos pesados y los remolques nuevos, así como lo comunicarán a la Comisión Europea.

Los fabricantes de vehículos pesados nuevos harán lo mismo con los valores correspondientes a las emisiones de CO2 y al consumo responsable.


Para arrancar e iniciar la marcha

Se podrá ahorrar combustible y reducir la contaminación:

  • Encendiendo el motor sin acelerar: en los vehículos actuales no es necesario pisar el acelerador para arrancar el motor.
  • Antes de comenzar la marcha deberá esperar unos segundos con el motor encendido para que la lubricación sea adecuada y los calderines tengan presión suficiente.
  • Cuando el vehículo esté en condiciones de uso se debe comenzar la marcha lo antes posible y con suavidad. Para ello use la relación de marcha más apropiada según las condiciones de carga y la inclinación de la vía, y levante de manera progresiva el embrague hasta llegar a soltarlo por completo antes de presionar el acelerador (evite para este fin usar la 1º y que el motor se revolucione en exceso).


Para subir marchas

El uso apropiado de las marchas del vehículo es uno de los elementos principales para ahorrar combustible y reducir las emisiones.

Los vehículos industriales incorporan cajas de cambios de hasta 16 relaciones de marcha (8 cortas y 8 largas), lo que permite que el conductor seleccione la más apropiada para su caso.

Asimismo, disponen de un cuentarrevoluciones con una zona marcada en color verde que señala el abanico de revoluciones en que se hace trabar al motor, siempre que sea seguro.


De esta manera, para conducir de forma eficiente:

  • Adaptar las revoluciones del motor para que al cambiar de marcha éstas queden al inicio de la zona verde. Según crece el número de revoluciones va aumentando el par motor, hasta que se llega a su par máximo para luego ir reduciendo. Es por esta razón que no se debe revolucionar en exceso el motor para cambiar de marcha.
  • Cambiar de marcha rápidamente y sin realizar el doble embrague debido a que además de no ser necesario en los vehículos más modernos, aumenta el consumo por la pérdida de inercia que se produce al alargar el proceso de cambio de marchas.
  • Cuando las circunstancias así lo permitan, se podrá realizar saltos de marcha para llegar cuanto antes a las marchas más largas, que son las que permiten circular con el mínimo consumo (no es necesario que pase por todas las marchas previas). En este caso hay que revolucionar el motor algo más antes de cambiar de marcha, debido a que la caída de revoluciones será mayor y se deberá evitar que bajen del principio de la zona verde.


En la circulación

El consumo de combustible y las emisiones contaminantes aumentan con las revoluciones del motor y la velocidad.

Para poder conducir de forma eficiente se debe hacer trabajar al motor en la parte baja de la zona verde del cuentarrevoluciones, lo que en condiciones normales se consigue con una marcha larga y el acelerador en una posición que no supere las ¾ partes del recorrido.

Asimismo, debe mantenerse la velocidad lo más uniformemente posible, evitando acelerones y frenazos innecesarios. Hay que mantener una medida de velocidad constante durante el mayor tiempo posible.


Para reducir la velocidad o bajar marchas

Para conseguir esto se recomienda:

  • Levantar el pie del acelerador y dejar rodar el vehículo sin cambiar de marcha, teniendo en cuenta que las revoluciones del motor están ligeramente por encima del ralentí debido a que en tal situación el consumo de carburante es nulo. No pise el embrague ni ponga el punto muerto. Aproveche la inercia que acumulan los vehículos pesados para rodar durante el mayor tiempo posible sin gastar combustible.
  • Use el freno de motor y los retardadores del vehículo. Evite usar el freno de servicio.
  • Si el motor se ahoga, reduzca la marcha lo más tarde posible, debido a que cuanto más larga sea mayor será la distancia que podrá recorrer aprovechando la inercia del vehículo. Recuerde que los cambios de marcha aumentan el consumo de combustible, por lo que no es necesario pasar por todas las marchas par detenerse.


Otras recomendaciones

  • Apague el motor cuando se encuentre en inmovilizaciones prolongadas, generalmente de más de 2 minutos, con el fin de reducir el consumo de combustible del ralentí.
  • No acelere cuando el vehículo esté inmovilizado ni antes de parar el motor, dado que además de consumir combustible de forma innecesaria será perjudicial para la mecánica del vehículo.
  • Evite cargar el vehículo con más peso del necesario y coloque la carga de forma apropiada, debido a que estos elementos también alterarán el consumo de combustible.
  • Lleve a cabo un mantenimiento adecuado del vehículo de manera regular, de forma que se eviten posibles averías, consumos o emisiones contaminantes innecesarias.
  • Regule el aire acondicionado, ajústelo a una temperatura aproximada de 23ºC, recordando que el uso del mismo aumenta el consumo de combustible. Para airear el habitáculo use los dispositivos de aireación y circulación forzada del vehículo, dado que con las ventanas bajadas aumenta la resistencia aerodinámica y el consumo de combustible.
  • No use un combustible de octanaje inferior al recomendado por el fabricante. Se trata de una medida de ahorro errónea, debido que al hacerlo el vehículo pierde potencia y consume más combustible.
  • Prepare previamente el itinerario que debe seguir: de esta manera podrá evitar recorridos innecesarios e incluso atascos. La programación del viaje se debe realizar evitando el uso de vías de circulación lenta, debido a que en las mismas aumenta el consumo de combustible debido a las constantes variaciones de velocidad. Si usa un mapa para consultar el recorrido, deberá considerar la escala usada para interpretar sus distancias correctamente.
  • Si su escala es 1:300.000, cada cm lineal del mapa equivale a 3 km. (1 cm x 300.000 = 300.000 cm = 3 km).
  • Si su escala es 1:1.000.000, cada cm lineal del mapa equivale a 10 km. (1 cm x 1.000.000 = 1.000.000 cm = 10 km).


Filtro activo de partículas

Es un dispositivo situado en el tubo de escape que se encarga de retener las partículas sólidas generadas por motores diésel.

Éstas se queman cada cierto tiempo una vez que el filtro está lleno, reduciendo así el nivel de emisiones contaminantes. Este proceso se conoce como regeneración.


Recomendaciones para un buen uso:
  • Evitar los trayectos cortos debido a que al no alcanzar la temperatura ideal de funcionamiento el filtro se satura antes.
  • Apague el motor cuando esté en fase de regeneración indicado normalmente por un testigo luminoso.
  • Use aceite especial para motores diésel con filtro de partículas.
  • Respete escrupulosamente el mantenimiento indicado por el fabricante.


Prohibiciones relacionadas con la contaminación

Se prohíbe la circulación de vehículos a motor y ciclomotores:

  • Cuando los gases salgan del motor a través de un silenciador incompleto, inadecuado, deteriorado a través de tubos resonadores.
  • Con el llamado escape libre, sin el dispositivo silenciador de las explosiones.
  • Sin un dispositivo que evite la proyección de combustible no quemado.
  • Cuando lancen humos que puedan imposibilitar la visibilidad o resultar nocivos.
  • Produciendo ruidos innecesarios.
  • En general, siempre que hagan ruidos, humos, gases o perturbaciones electromagnéticas en valores superiores o los límites establecidos. En estos casos los agentes de la autoridad podrán aplicar también la sanción que corresponde e inmovilizar el vehículo.