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34. La conducción nocturna y en condiciones adversas

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Durante la conducción nocturna se deben tomar precauciones adicionales, ya que la oscuridad dificulta la visibilidad de los objetos y las distancias.

Para ver bien por la noche es necesario tener una buena visibilidad, con cristales limpios para evitar reflejos, y tener una buena iluminación. Es importante hacer el uso adecuado de las luces sin deslumbrar al resto de usuarios de la vía.

Las luces del vehículo no se utilizan únicamente para ver, sino también para ser vistos por los demás. Para ello se deberán llevar encendidas las luces que correspondan entre el ocaso y la salida del sol.

No es conveniente retrasar su puesta en marcha ni adelantar su apagado para ahorrar.

Para su correcto funcionamiento, deberemos cuidar de las luces y dispositivos de alumbrado del vehículo y encender las luces de emergencia y estacionamiento, cuando proceda, para advertir de nuestra presencia.

Durante la noche las luces del vehículo deberán iluminar de manera eficaz sin llegar a deslumbrar. Es por ello, que la velocidad a la que circulemos debe permitir percibir bien los obstáculos, tener tiempo de reaccionar y detener el vehículo dentro de la zona iluminada en caso de necesidad.

1. El deslumbramiento

Uno de los principales peligro en la circulación nocturna es,el deslumbramiento que se puede dar por no sustituir las luces de largo alcance por las de corto alcance, o elevarse el haz luminoso, de las luces de corto y largo alcance.

Para evitar el deslumbramiento el conductor debe mantener las luces bien regladas en todo momento, distribuir correctamente la carga y sustituir la luz de largo alcance por la de corto alcance, cuando sea necesario.

2. Adelantamientos en la conducción nocturna

El adelantamiento resulta más peligroso durante la noche que durante el día, ya que durante las horas nocturnas se debe reducir la velocidad y el adelantamiento necesita que ésta se aumente.

Para mejorar la visibilidad durante la noche, el conductor del vehículo adelantado debe facilitar el adelantamiento cambiando las luces de largo alcance por la de corto alcance, restableciéndola cuando vea que ya no va a deslumbrar al vehículo que le adelanta.

3. Alumbrado en curvas y otras precauciones

Cuando dos vehículos se crucen en una curva cerrada, el conductor que la encuentre a su derecha debe ser el primero que encienda la luz de corto alcance ya que el haz luminoso sigue la trayectoria cuando el vehículo gira.

Por su parte el conductor que encuentra la curva a la izquierda, no tiene que cambiar la luz de largo alcance inmediatamente porque su halo luminoso saldrá fuera de la calzada. Otras precauciones a tener en cuenta cuando se circule durante la noche es no utilizar gafas oscuras, llevar únicamente las luces reglamentarias, y tener cuidado con el sueño parando en una estación de servicio para dormir si fuera necesario.

4. La conducción en condiciones meteorológicas adversas

4.1 La conducción con lluvia

La lluvia puede influir negativamente en la conducción, ya que la calzada se vuelve más deslizante y el conductor debe adoptar las precauciones necesarias para evitar que el vehículo patine.

El momento más peligroso de la conducción con lluvia es al caer las primeras gotas, ya que la mezcla del agua y el polvo y grasa del firme lo convierte en una superficie muy deslizante.

Las medidas que el conductor debe tener en cuenta a la hora de conducir la lluvia son el mantenimiento correcto de los neumáticos incluyendo la presión y el dibujo. De ésta manera se evitará conducir con unos neumáticos sin dibujo que no se agarren a la calzada a la hora de frenar el vehículo.

También se debe comprobar frecuentemente el buen funcionamiento de los frenos pisando suavemente el pedal. ya que unos frenos mojados son ineficientes para la conducción. Durante la conducción con lluvia las frenadas serán suaves y progresivas, y se harán con mayor antelación que en condiciones normales, ya que la distancia de frenado aumenta el doble.

4.1.1 El aquaplaning

Ante la lluvia muy intensa se forma una gran capa de agua en la calzada, superior a la que los neumáticos pueden desalojar a través de su dibujo.

Cuando éste fenómeno se da los neumáticos pierden adherencia con la superficie, y el vehículo planea perdiendo el conductor el dominio de los frenos la dirección del vehículo.

Ésta circunstancia en la conducción recibe el nombre de aquaplaning. Para evitarlo moderaremos la velocidad para que los neumáticos desalojen bien el agua ya que a mayor velocidad más peligrosa será la conducción, ya que se acumulará más agua bajo las ruedas.

Cuando existan charco de agua en la calzada también se debe evitar pasar por encima de ellos, o si no fuera posible moderar la velocidad para mantener la estabilidad del vehículo y no salpicar agua a los peatones.

Si encontramos un tramo de la vía totalmente anegado de agua deberemos circular en primera marcha a una velocidad sostenida, y una vez atravesado el tramo comprobar la eficacia de los frenos. Es conveniente que ante una lluvia torrencial estacionemos el vehículo hasta que cese o disminuya su intensidad.

4.4.2 Medidas para mejorar la visibilidad con lluvia

La lluvia dificulta la visibilidad de la vía, reduciendo la luminosidad a través del parabrisas y la luneta, y con el vaho en los espejos del vehículo. Para mejorar la visibilidad es recomendable encender la luz de corto alcance, o la de cruce ante lluvia intensa.

También es recomendable encender la luz antiniebla delantera y trasera con lluvia de gran intensidad. Se deben mantener siempre los cristales limpios para ver correctamente, y poner en marcha los limpiaparabrisas para apartar el agua y ver la vía.

Para evitar el vaho interior dentro del parabrisas accionaremos la calefacción y el sistema de ventilación del vehículo emitiendo el aire hacia el cristal. Las salpicaduras de barro que pudieran aparecer ocasionalmente al cruzar con otro vehículo, deberán ser previstas con antelación para que no afecten a la visibilidad.

4.2 La conducción con nieve

Al caer los primeros copos de nieve, la conducción se vuelve muy peligrosa al mezclarse éstos con el polvo y la grasa del asfalto y convertirlo en altamente deslizante. Lo mismo ocurre cuando la nieve acaba de caer y forma una capa blanda que hace que el vehículo pueda derrapar.

Si la nieve por el contrario se congela sus efectos serán parecidos a los del hielo deslizando al vehículo. Si la nieve es intensa se corre el peligro de reducir la adherencia de los neumáticos, y perder visibilidad.

4.2.1 Medidas para mejorar la adherencia con nieve

En las vías nevadas se debe de conducir de forma suave sin dar fuertes bandazos y utilizando el freno y el acelerador con delicadeza para no derrapar. También debemos cuidar el estado de frenos y neumáticos vigilando la presión de éstos últimos.

Se debe comprobar con frecuencia si los frenos están funcionando correctamente, aumentar la distancia de seguridad, y utilizar cadenas al menos en las ruedas motrices para evitar que el vehículo patine.

Es de suma utilidad seguir las huellas dejadas por otros vehículos y no adelantar para evitar derrapes, bajando del vehículo para retirar nieve de las ruedas cuando sea necesario. En las curvas se debe entrar sin utilizar el freno hasta el fondo para no bloquear las ruedas y en la marcha más alta posible levantando el pedal del acelerador.

Para evitar que las ruedas patinen al arrancar el vehículo las ruedas deben estar en línea recta, arrancar a poder ser en segunda marcha y soltar lentamente el embrague para mantener una aceleración constante.

Las pendientes deberemos subirlas lentamente con una velocidad sostenida y en una relación de marchas alta, para evitar que las ruedas patinen. Por lo que se refiere a bajar las pendientes, se debe hacer muy lentamente, frenando con el motor suavemente y con antelación, y no con los frenos.

4.2.2 Medidas para mejorar la visibilidad con nieve

Cuando la nieve se deposita en el parabrisas o en las luces la visibilidad se reduce y para mejorarla deberemos accionar los limpiaparabrisas y lavaparabrisas las veces q sea necesario. Si la temperatura exterior es de menos de cero grado necesitaremos añadir anticongelante al agua del lavaparabrisas.

Es recomendable para mejorar la visibilidad encender la luz de corto alcance o de cruce, tanto de día como de noche, y la luz antiniebla delantera y trasera en caso de nevada. Tras la nevada la luz es muy intensa por lo que el conductor puede utilizar gafas de cristales ahumados.

4.2.3 Niveles de dificultad de la circulación con nieve

Existen diversos niveles de dificultad en la circulación con nieve según la intensidad de la nevada o el estado de la calzada.

Nivel verde: Con este nivel debemos tener prudencia, recomendandonos no conducir por encima de los 100 kilómetros por hora en autopista, y 80 kilómetros por hora en el resto de vías.

Nivel amarillo: Con este nivel debemos tener precaución, ante una calzada que empieza a llenarse de nieve. No está permitido que con nivel amarillo los camiones circulen, y los turismos y autobuses deben hacerlo a un máximo de 60 kilómetros por hora. Es aconsejable también reducir la velocidad, aumentar la distancia de seguridad, y evitar las maniobras bruscas.

Nivel rojo: El nivel rojo comunica que la circulación es muy difícil y sólo es posible utilizando cadenas y a un máximo de 30 kilómetros por hora. Los autobuses, camiones y vehículos articulados no podrán circular.

Nivel negro: El nivel negro indica que ningún vehículo puede transitar por la carretera ya que corremos el riesgo de quedar atrapados por un largo periodo de tiempo.

4.3 La conducción con hielo

La conducción con la calzada helada es muy peligrosa, ya que éste es altamente deslizante y nos obliga a extremar las precauciones. Si la helada se ha producido durante la noche es posible que tengamos posteriormente problemas para arrancar, el vehículo o ver bien a través de los cristales por la escarcha.

No deberemos iniciar nunca la marcha tras una helada hasta que se elimine todo el hielo d los cristales con un rascador o alcohol. Se debe preveer la existencia de una carretera con hielo ya que hay zonas como los badenes o lugares sombríos, que son propensos a helarse.

Otros indicios son la existencia de señales de peligro de calzada deslizante o notar la dirección del vehículo demasiado suave como si flotara.

4.3.1 Medidas para mejorar la adherencia con hielo

Se deberán seguir las mismas indicaciones que cuando la calzada está nevada. Deberemos tener en cuenta que la distancia de frenado puede aumentar en 10 veces más que lo normal cuando el pavimento está helado, por lo que debemos reducir la velocidad y aumentar la distancia de seguridad.

4.3.2 Utilización de neumáticos especiales, cadenas y clavos

Ningún elemento en los neumáticos garantiza una seguridad total ante un pavimento afectado or la lluvia, hielo o nieve. Con neumáticos especiales la adherencia mejora, especialmente los de nieve con la inscripción MS o M+S.

Si los neumáticos llevan adheridos clavos, éstos deberán tener los cantos redondeados y salir de la superfície dos milímetros como máximo. Pese a ello el sistema más habitual para mejorar la adherencia en condiciones meteorológicas adversas, son las cadenas.

Es necesario colocarlas en las cuatro ruedas y quitarlas cuando ya no sea necesario su uso. En ningún caso es recomendable utilizarlas en desplazamientos largos. En la actualidad se están construyendo cadenas de material textil pero todavía no están homologadas. Existen sprays químicos que pulverizados sobre el neumático mejoran la adherencia por el frío que proporcionan, pero su efecto es corto.

La señal R-412 obliga a circular la marcha con cadenas u otros dispositivos análogos. El reglamento de Circulación recomienda que en época invernal siempre se lleven cadenas, ropa de abrigo y una linterna en el vehículo, además del depósito de combustible lleno.

4.4 La conducción con niebla

La niebla reduce la visibilidad, y en ocasiones la llega a eliminar, y reduce la adherencia de los neumáticos aumentando el deslizamiento de las ruedas.

4.4.1 Medidas para mejorar la visibilidad con niebla

Es conveniente utilizar tanto las luces de corto alcance como las de cruce ya que de ésta manera la visibilidad mejora. No es conveniente en ningún caso encender la luz de largo alcance ya que existe el peligro de deslumbrar o ser deslumbrado al reflejar la luz sobre las gotas como si fuera un espejo.

Se puede encender la luz antiniebla delantera opcionalmente cuando la niebla es muy espesa, ya que ilumina una zona más ancha y de ésta manera aumenta la visibilidad.

Es recomendable también aumentar la distancia de seguridad ya que no se puede ver correctamente ni la calzada ni los obstáculos que nos vamos a encontrar.

Como norma general deberemos reducir la velocidad, moderándola para ver mejor y regulandola en función del espesor de la niebla.

No se debe adelantar ya que la mala visibilidad hacia adelante no nos lo permite, y es necesario atender a las marcas viales que nos ayudarán a seguir la trayectoria correcta.

4.4.2 Niebla-humo

Si la niebla se mezclara con los humos del ambiente los efectos negativos de aquella, se multiplicarán hasta hacer que la visibilidad sea prácticamente nula. Con la niebla-humo utilizaremos la luz de corto alcance o de cruce, y ambas luces antiniebla. Si la nube de niebla es muy densa se debe utilizar la luz antiniebla posterior.

4.4.3 Detenciones y paradas

Si necesitamos detener el vehículo en un lugar con niebla, deberemos hacerlo fuera de la calzada, señalizando con antelación y sin invadir la calzada destinada a peatones.

4.5 La conducción con viento

Si el viento sopla de frente, éste no supondrá un peligro para la circulación pero si que nos hará gastar más combustible. Si por el contrario el viento sopla de atrás , su fuerza nos ayudará a que el vehículo aumente su velocidad y disminuya el consumo de carburante.

Si el viento sopla de lado, la conducción se convierte en peligrosa, y su peligrosidad dependerá de la fuerza del viento que sople en cada momento.

En caso de fuerte viento lateral se debe reducir la velocidad y corregir las desviaciones para mantener recta la trayectoria del vehículo.

Contra mayor sea la fuerza del viento lateral más corta será la marcha que utilicemos, haciendo así que el vehículo se agarre más al pavimento.

Para solucionar las desviaciones de trayectoria únicamente deberemos sujetar el volante con firmeza a contra viento.

Se debe tener especial precaución cuando el viento es racheado, ya que la dirección puede cambiar de imprevisto.

La señal P-29 advierte del peligro de fuerte viento lateral, mediante una manga con franjas horizontales en ella. Si la manga está caída significa que la fuerza del viento es la habitual, y se orientará hacia el lado en que sopla el viento cuando éste sea fuerte. El viento será más fuerte contra más levantada esté la manga hacia arriba.

Se ha de tener especial precaución en los puentes, a la hora de adelantar y en los cruces con otros vehículos.

Concretamente en los adelantamientos si el viento sopla del lado derecho, al situarse a la misma altura del vehículo adelantado éste se verá impulsado.

Con fuerte viento las ventanillas del vehículo deberán estar cerradas para no perder estabilidad o seguridad. La baca en el vehículo es también peligrosa ya que perjudica a la estabilidad del vehículo.

Si se circula arrastrando un remolque se deberá reducir la velocidad para ganar estabilidad, colocando si es posible cortavientos en el vehículo tractor.

Los más afectados por el fuerte viento lateral son las motocicletas y ciclomotores, por lo que éstos deben circular despacio para no caer.

4.6 La conducción con sol

Para proteger los ojos del conductor de los rayos de sol que inciden en ellos es conveniente usar gafas de sol pese a no ser obligatorias, orientar el parasol y moderar la velocidad. Es muy conveniente mantener los cristales del parabrisas limpios.