× Regístrate o haz login para practicar con los últimos exámenes DGT 2024 con explicaciones, manuales, test inteligentes...

11. Seguridad vial

Abrir Índice


1. Accidentes y factores que intervienen

1.1 El grave problema de los accidentes

Los accidentes de tráfico se presentan en España como una de las mayores causas de mortalidad.

Asimismo, también suponen un gran gasto económico asumido de manera directa o no por el grueso de la población, así como las grandes pérdidas que se derivan de los accidentes que implican vehículos de transporte de pasajeros.

1.2 Causas de los accidentes

El ser humano como factor causante de los accidentes

Una de las razones principales de los accidentes tiene que ver con el factor humano, ascendiendo las cifras entre un 70% y un 90%.

Esto conlleva que, si se evitan factores de riesgo en el conductor de un vehículo, se puede disminuir de manera notable la probabilidad de tener un accidente y evitar así sus consecuencias.

La vía y el entorno como factor causante de los accidentes

Tanto el estado de la vía como las circunstancias del entorno se sitúan entre otra de las causas habituales en los accidentes de tráfico, con una cifra de entre el 10% y el 35%.

Estos accidentes tienen lugar cuando el conductor no acomoda su forma de conducir a las necesidades de la vía o la meteorología.

Por esta razón es necesario que el conductor conozca los factores de riesgo que tengan que ver con la vía y su entorno y poder así circular con las máximas precauciones, evitando que las circunstancias que puedan sucederse superen nuestras habilidades.

El vehículo como factor causante de los accidentes

El estado del vehículo se sitúa entre el 4% y el 13% en las causas de accidentes. Los más frecuentes son:

  • Fallos en los neumáticos. El más frecuente.
  • Fallos en los frenos y fallos de la iluminación.
  • Fallos en la dirección del vehículo. 
  • Exceso de carga o mala distribución.

Debido a que estos fallos pueden evitarse realizando un mantenimiento adecuado del vehículo, también pueden incluirse dentro de la categoría de fallos causados por el factor humano.

1.3 Características de los accidentes

Los accidentes que se encuadran dentro del ámbito laboral se dividen en:

  • Accidentes en misión: cuando se producen durante la conducción del vehículo para desempeñar la actividad laboral.
  • Accidentes in itinere: cuando se producen en los desplazamientos de ida/vuelta del trabajo. Éstos suponer el mayor porcentaje de accidentes que tienen relación con el trabajo.

Zonas más peligrosas

Tienen lugar más accidentes en las rectas que en las curvas. Esto se debe a que las rectas son lugares en los que es más fácil sufrir una distracción.

La mayoría de las víctimas, especialmente en los accidentes mortales, se producen en vías interurbanas. Esto se debe a la mayor velocidad de circulación.

Las autopistas y autovías son generalmente más seguras que las carreteras convencionales. Los sentidos de circulación tienen más distancia entre sí, su trazado tiene menos curvas, no hay cruces, etc.

Momentos más peligrosos

De forma general las horas del día más peligrosas son las de entrada o salida del trabajo.

Fuera del ámbito laboral, los accidentes de tráfico se producen de forma más habitual en los periodos vacacionales con especial incidencia en Semana Santa, verano y diciembre.

2. El Factor Humano en los accidentes

Para poder realizar una conducción segura el conductor deberá conocer los factores que pueden aumentar su posibilidad de sufrir un accidente, así como la forma de evitarlos o de reducir los riesgos.

2.1 La velocidad

Se trata de uno de los factores de riesgo más relevantes debido a que al aumentar, suben también tanto las probabilidades de sufrir un accidente como de que éste sea más grave:

  • Cuando sube la velocidad disminuye el campo visual útil se hace menor (tiene lugar el efecto túnel). Se tendrá una menor capacidad para ver y analizar lo que ocurre alrededor, por lo que es menos posible que reaccione con tiempo suficiente y con seguridad, disminuyendo la capacidad de anticipación.
  • Un vehículo que se mueve acumula energía en función de su peso y, sobre todo, de la velocidad a la que se circula. Cuando frenamos, esta energía se transforma en calor por la acción de los frenos, pero si colisionamos se transforma en deformaciones del vehículo y lesiones de sus ocupantes.

Velocidad y distancia de detención

El tiempo de reacción
  • Así se denomina al tiempo que transcurre desde que un conductor percibe un estímulo hasta que produce una respuesta ante éste. Entra dentro de la normalidad un tiempo de reacción de 0,75 segundos. Este tiempo aumentará según algunos factores como:
  • La edad.
  • El cansancio o sueño.
  • El consumo de alcohol, sustancias tóxicas o determinados medicamentos.
  • El estado de ánimo.
  • La temperatura.
La distancia de reacción

Así se denomina a la distancia que recorre el vehículo durante el tiempo de reacción, de lo que se desprende que cuando aumenta el tiempo de reacción también lo hace la distancia.

Ésta variará en función de la rapidez de respuesta del conductor y de su velocidad.

Velocidad en km/hora5060708090100110120
Metros en 1 segundo1417202225283133
Distancia de frenado

Así se denomina a la distancia recorrida por el vehículo durante el tiempo en que el conductor presiona el freno hasta que el vehículo se detiene. Dependerá de los siguientes elementos:

  • Cuanta más velocidad mayor distancia de frenado.
  • La masa tanto del vehículo como de la carga y su colocación.
  • Las condiciones del vehículo.
  • Las condiciones de la vía.
  • Las condiciones climatológicas: con lluvia la distancia de frenado es hasta el doble de la normal, mientras que con nieve o hielo hasta diez veces mayor.
  • La técnica o experiencia del conductor.
Distancia de detención

Así se denomina a la distancia recorrida por el vehículo desde que el conductor percibe un obstáculo hasta que consigue detenerlo. Se obtiene de la suma de la distancia de reacción con la de frenado.

2.2 La fatiga y el sueño

La fatiga al volante

Tanto la fatiga como el sueño son algunas de las principales causas de accidente, sobre todo en el caso de conductores profesionales donde las cifras alcanzan entre el 20% y el 30%.

Por esta razón es imprescindible aprender a identificar los síntomas y tomar precauciones para cada caso.

Algunas de las principales consecuencias de la fatiga son:

  • Agarrotamiento muscular, sensación de pesadez, dolores y malestar general. Todo ello conlleva continuos cambios de postura.
  • Lentitud y falta de precisión en la realización de movimientos.
  • Disminución de la atención, concentración y de la recepción de estímulos, de manera que el conductor es propenso a cometer más errores.
  • Aumento del tiempo de reacción.

Algunas de las causas que aumentan la aparición o el empeoramiento de la fatiga son las siguientes:

  • Por el conductor: conducir durante largos períodos sin descansas o haciendo descansos inadecuados (principal razón), así como las posturas inadecuadas en el asiento, conducir con sueño, bajo los efectos del alcohol, enfermo o cambiando hábitos normales de conducción.
  • Por la vía o el entorno: conducir por vías con mucho tráfico, con pavimento en mal estado, poco conocidas o bajo condiciones meteorológicas adversas.
  • Por el vehículo: mal estado de la suspensión, dirección, iluminación u otros, mala ventilación del habitáculo o temperatura elevada (deberá regularse entre los 20 y 23 grados sin dirigirlo a los ojos) y diseño poco ergonómico del asiento o de otros elementos de su interior.


El sueño en la conducción

El sueño es una de las causas más importantes en los accidentes de tráfico, situándose entre el 15% y el 30% de los mismos. El carácter de estos accidentes suele ser el de muy grave.

Los riesgos producidos por la somnolencia aparecen antes de que el conductor llegue a quedarse completamente dormido, por lo que los peligros que ésta conlleva son aún mayores.

No tienen por qué tener lugar de noche, debido a que muchas situaciones pueden producir sueño durante el transcurso del día.

Las causas más importantes por las que aumenta la probabilidad de sufrir accidentes:

  • Aumento de las distracciones, en especial en lugares monótonos y con poco tráfico
  • Aumento del tiempo de reacción que provoca más errores en la toma de decisiones y movimientos más lentos, menos precisos y automatizados
  • Alteración en la percepción del entorno: visión borrosa, más facilidad para el deslumbramiento, etc.
  • Cambios del comportamiento: aumento de la hostilidad, temeridad y prisas.
  • Aparición de microsueños, periodos cortos de tiempo donde el conductor se queda dormido sin darse cuenta.

Con el fin de evitar la somnolencia se debe considerar:

  • La hora del día: prestar especial cuidado en la madrugada, de 3 a 5 horas, y en las primeras horas de la tarde, de 14 a 16 horas.
  • El cambio de las horas habituales del sueño puede aumentar el sueño en nuestra conducción. Se deberán extremar las precauciones en estos casos.
  •  La calidad y cantidad del sueño son factores que debe considerar el conductor. Dormir de forma insatisfactoria es tan peligroso como dormir pocas horas.
  •  Las situaciones monótonas deben evitarse. El conductor deberá buscar mantenerse activo durante las carreteras habituales o de menor tráfico.
  •  Evitar las comidas copiosas debido al efecto sedante que producen.
  •  Las altas temperaturas también favorecen la aparición del sueño.
Consejos para evitar accidentes por fatiga o sueño

La única forma de combatir la fatiga y el sueño de manera eficaz es parar a descansar, unos 20 o 30 minutos.

Las demás actuaciones sólo retrasarán su aparición. Asimismo, en caso de que lleve el tacógrafo deberá respetar los tiempos máximos de conducción y los mínimos de descanso.

2.3 Enfermedades y medicamentos

Tanto las enfermedades como los medicamentos pueden llegar a alterar la seguridad en la conducción. Los conductores que sufran enfermedades crónicas deberán tomar las siguientes medidas para reducir el riesgo de accidentes:

  • Deberá conocer bien los síntomas comunes de su enfermedad, así como los efectos secundarios.
  • Evitará las causas desencadenantes de estos síntomas, reconociendo rápido los primeros cuando éstos aparecen y conociendo la mejor forma de actuar ante los mismos.
  • Deberá evitar la conducción en las apariciones de crisis o en la fase aguda de la enfermedad.
  • Consultar al médico en caso de que existan dudas sobre los riesgos para la conducción.

Debido a que no todas las personas reaccionan de la misma forma ante los tratamientos farmacológicos, es recomendable consultar sobre sus riesgos al médico o farmacéutico. Asimismo, deberá:

  • Usarlos de forma adecuada. No se auto medique ni los mezcle con alcohol
  • Consultar los prospectos por si el medicamento afectare a la conducción. Algunos tendrán efectos parecidos al alcohol.
  • Seguir las pautas indicadas por el médico en cuanto a dosis y hora de la toma.
  • Intentar no conducir o ser muy prudente al inicio de cualquier tratamiento.
  • No mezclar medicamentos si no lo ha indicado el médico.
  • Cuidar el consumo de café u otros estimulantes ya que pueden alterar sus efectos.

2.4 El calor

La conducción a altas temperaturas puede alterar de manera considerable las capacidades del conductor.

Así, una temperatura de unos 35º en el interior del vehículo puede tener un riesgo similar al de la alcoholemia de 0,5 g/l en sangre, aumentando los tiempos de reacción, fatiga, sueño, distracciones, agresividad u otros.

Con el fin de evitar estos riesgos se recomienda:

  • Realizar más paradas en los viajes
  • Evitar estacionar el sol
  • Usar ropa clara, ligera y gafas de sol
  • Beber agua o zumos, evitar comidas calientes y pesadas y extremar la precaución después de comer
  • Regular la temperatura entre los 20 y 23 grados.

2.5 Distracciones en la conducción

Las distracciones pueden llegar a causar el 40% de los accidentes, siendo el factor de riesgo que más se ha incrementado.

Se producen con más frecuencia en carretera, especialmente en autopistas y autovías debido a que son de carácter monótono.

Las causas que aumentan la distracción en la conducción son:

  • Factores internos: el conductor, la principal razón de distracción
    • Fatiga y sueño.
    • Estrés, ansiedad o depresión.
    • Edades avanzadas.
    • Consumo de alcohol, drogas o medicamentos.
    • Características específicas de la personalidad.
    • Actuaciones que requieren la atención del conductor y le desvían de la conducción: consulta de GPS, mapas, búsqueda de calles o lugares de estacionamiento, uso del móvil o de dispositivos de audio, mantener conversaciones serias o importantes, girar la cabeza para conversar, sacar un insecto del vehículo o del casco, comer, beber, fumar, mirar por el espejo retrovisor o en los alrededores, etc. 
  • Factores externos al conductor
    •   Carreteras conocidas.
    • Mala iluminación del entorno y cambios de luz, como túneles, pasos inferiores, deslumbramientos etc.
    • Situaciones complicadas: numerosas señales, mucho tráfico, peatones, etc.
    • Señales o lugares poco visibles o en los bordes del campo visual.

2.6 El alcohol en la conducción

El alcohol es una droga que tiene efectos negativos para la conducción. Aunque al principio tiene una fase de euforia, éste actúa como un depresor del Sistema Nervioso Central, aumentando la posibilidad de tener un accidente y de que éste sea más grave.

Los efectos del alcohol en el conductor son:

  • Comportamiento alterado: se produce un aumento de la euforia y de la confianza en sí mismo que provocan mayores actos de imprudencia, mayor número de infracciones y un aumento da las respuestas agresivas e impulsivas con los demás usuarios.
  • Alteración de la percepción del entorno. Se calculan de forma errónea las distancias y las velocidades, se aumenta la sensibilidad al deslumbramiento y aparece el efecto túnel.
  • Alteración de la capacidad de atención ante el mayor número de distracciones.
  • Alteración de la psicomotricidad. Se produce una disminución tanto de la precisión como de la coordinación.

La tasa de alcoholemia

Se trata de la cantidad de alcohol que existe en sangre. Se puede medir de dos formas:

  • Por la cantidad de gramos de alcohol que hay en un litro de sangre (g/l).
  • Por la cantidad de miligramos de alcohol que hay en un litro de aire espirado (mg/l).
Tasa máxima de alcoholemiaEn aire espiradoEn sangre
  • Conductores de vehículos dirigidos al transporte de mercancías de más de 3,5 toneladas, mercancías peligrosas, transportes especiales, servicio público, de urgencia, transporte de viajeros de más de 9 plazas, escolar y de menores .
  • Conductores noveles (dos primeros años) 
0,15 mg/l0,3 g/l
  • Resto de conductores más ciclistas
0,25 mg/l0,5 g/l

Es importante recordar que la conducción con cualquier tasa de alcohol, incluso si es inferior a la permitida, aumenta las probabilidades de accidente. La única tasa completamente segura es la de 0,0 g/l.

Factores que modifican la tasa de alcoholemia que puede alcanzar un conductor

Características del conductor
  • El peso del individuo: Las personas más delgadas pueden obtener tasas mayores.
  • El sexo: las mujeres alcanzan mayores tasas de alcoholemia tomando las mismas cantidades que los hombres. 
  • La edad: los menores de 18 años y los mayores de 65 son más sensibles al alcohol.
  • Las condiciones personales: como la fatiga, la somnolencia, el ayuno, las enfermedades u otros.
Forma de tomar el alcohol
  • Cantidad: factor más importante en el consumo de alcohol.
  • El tiempo y lo rápido que se consuma: La tasa máxima de consumo se alcanza entre los 30 y los 90 minutos.
  • La hora: el alcohol se elimina de manera más lenta durante el sueño.
  • El tipo de bebida consumida: Las bebidas fermentadas, como la cerveza o el vino, tienen una absorción más lenta que las destiladas como el ron, el whisky o la ginebra. Las bebidas calientes o gaseosas producen una aparición más rápida de la alcoholemia.
  • Haber comido en las horas previas: si el intestino y el estómago están vacíos el alcohol se metaboliza más rápidamente en sangre.

En contra de la creencia popular, ninguna de las actividades siguientes ha demostrado ser eficaz para reducir las tasas de alcohol o para evitar la sanción: hacer ejercicio, tomar chicles o caramelos, tomar o masticar café, beber aceite, fumar, consumir cocaína, usar sprays bucales, beber mucha agua o tomar clara de huevo.

2.7 Las drogas en la conducción

Los accidentes de carácter más grave están relacionados con el consumo de sustancias aproximadamente en un 10%.

Queda prohibido por ley la conducción por vías públicas a cualquier persona que tenga presencia de drogas en su organismo.

No se incluirán las sustancias que se utilicen por prescripción médica o con finalidad terapéutica mientras se mantengan las condiciones para la conducción con la diligencia debida, precaución y no distracción que establece la ley.

El cannabis

Produce alteración en la percepción de los alrededores, del tiempo y del espacio. Reduce la capacidad de atención y aumenta las distracciones, así como el sueño y el tiempo de reacción.

La cocaína

Produce alteración en la percepción de los alrededores y cambios en el comportamiento, de manera que el conductor se vuelve impulsivo, hostil y competitivo.

Reduce la capacidad de atención y aumenta las distracciones, provoca un comportamiento de falsa confianza y se asumen más riesgos en la conducción.

El éxtasis (MDMA)

Provoca ilusiones ópticas, mayor deslumbramiento y visión borrosa. Reduce la capacidad de concentración y aumenta las distracciones.

Se pueden producir episodios de depresión o ansiedad, un aumento de la fatiga física y mental cuando estos síntomas terminan y posibilidad de que se sufran flashback horas después de que los efectos del consumo hayan desaparecido.

LSD

Posibilidades de fuertes distorsiones de la realidad y alucinaciones, así como alteración de comportamientos emocionales que aumenten la agresividad, el pánico o la ansiedad.

Aparecen flashbacks y sus efectos tienen una duración de hasta diez o doce horas. 

Anfetaminas

Alteración del comportamiento violento e impulsivo. Se produce el efecto de falsa confianza en la conducción y se asumen mayores conductas de riesgo.

Movimientos estereotipados y reiterativos que disminuyen la movilidad, menor sensación de fatiga que puede tener consecuencias considerables. Retrasa el sueño, de manera que puede producir un efecto rebote fuerte que provoque en el conductor la necesidad inmediata de dormir. 

Tratamiento legal del alcohol y de las drogas

Un agente de la autoridad encargado de la vigilancia del tráfico podrá someter a las pruebas de detección de alcohol o de presencia de drogas en el organismo a:

  • Todos los usuarios que se han visto implicados en un accidente como responsables o bien hayan cometido una infracción .
  • Todos los conductores, también los ciclistas, que estén implicados en un accidente, presenten síntomas evidentes de encontrarse bajo la influencia de estas sustancias, hayan cometido una infracción o se encuentren en control preventivo.

Tipo de prueba

Las pruebas a las que pueden ser sometidos por agentes consistirán en la verificación de la tasa de alcohol mediante aire expirado a través de dispositivos homologados y autorizados.

En el caso de la detección de sustancias, en una prueba salival a través de dispositivos homologados y de un análisis posterior.

Con el fin de poder contrastarlas, el interesado podrá pedir que se repitan las pruebas para la detección del alcohol o de drogas, consistiendo preferentemente en un análisis de sangre excepto por causas excepcionales correctamente justificadas.

Cuando la prueba contraste confirme un resultado positivo será abonada por el interesado.

Práctica de las pruebas

En caso de que el resultado supere la tasa máxima permitida o el individuo presente síntomas claros de encontrarse bajo los efectos del alcohol y otras sustancias, el agente deberá informarle:

  • De que se le realizará una segunda prueba mediante un procedimiento parecido.
  • De que tiene derecho a controlar que el tiempo mínimo entre ambas pruebas sea de diez minutos.
  • De que puede formular alegaciones u observaciones cuando lo crea necesario.
  • De que tiene derecho a comprobar los resultados mediante análisis de sangre, orina u otros medios.

Inmovilización del vehículo

Los agentes podrán llegar a inmovilizar el vehículo a través de su precintado u otro procedimiento cuando:

  • El resultado de las pruebas llevadas a cabo sea positivo, a menos que pueda conducirlo otra persona debidamente habilitada.
  • El conductor se niegue a realizar las pruebas

La inmovilización del vehículo será dejada sin efecto cuando desaparezcan las causas que la motivaron, excepto por orden judicial o porque pueda sustituirse al conducir por otro requerido por el mismo.

Los gastos que puedan derivarse por la inmovilización, traslado y depósito correrán a cargo del conductor o de quien responda por él legalmente.

Sanciones y delitos relacionados

En caso de que la prueba de alcoholemia de positiva, la sanción al conductor puede consistir en una multa pecuniaria de entre 500 y 1000€ además de la retirada de entre 4 y 6 puntos del carné.

La sanción máxima se impondrá en los casos en que el conductor hubiera sido previamente sancionado en el año inmediatamente anterior, así como al que supere la tasa con cantidades que lleguen hasta el doble.

En el caso de conducir con drogas en el organismo la sanción será de 1000€ de multa y de pérdida de 6 puntos.

Asimismo, la multa de 1000€ también se impondrá a quien no se someta a las pruebas de alcoholemia o de drogas cuando sea obligado a ello.

  • Si la conducción se produce bajo la influencia de drogas o con una tasa de alcohol mayor a 0,60 mg/l o 1,2 g/l, se podrá imponer una pena de prisión de 3 a 6 meses, multa de 6 a 12 meses o de trabajos en beneficio de la comunidad entre 31 y 90 días y, en todo caso, acompañadas de la pena de privación del derecho a conducir entre 1 y 4 años.
  • La negación a la realización de las pruebas puede castigarse con prisión entre 6 meses y 1 año y privación del derecho a conducir entre 1 y 4 años.

3. El factor vehículo en los accidentes de tráfico

Los vehículos actuales disponen de dispositivos de seguridad que reducen la probabilidad de accidente y sus consecuencias.

El papel del conductor, sin embargo, será fundamental para que estos dispositivos funcionen de forma correcta, debido a que no servirán de nada si no se usan correctamente o se encuentran en mal estado.

3.1 El puesto de conducción

Debido a que algunos camiones son especialmente altos se deberán tomar precauciones extras en el momento de subirse o bajar de los mismos.

En los dos casos, el conductor deberá agarrarse a las asas que tiene el vehículo disponible, así como usar los escalones, sobre todo al bajar, debido a la peligrosidad de sufrir lesiones que entraña bajar de un salgo.

No se deberá bajar nunca del vehículo de cara, ya que al sufrir una caída las lesiones serían más importantes.

Acomodación y reglajes

Se deberá mantener una postura correcta con el fin de manejar el vehículo con seguridad y comodidad.

Sólo de esta manera se podrá acceder correctamente a los mandos del vehículo y accionarlos con la precisión que requieren para reaccionar de forma correcta ante posibles dificultades. Para ello se tiene que:

  • Regular el asiento para poder pisar a fondo los pedales sin tener que desplazar el cuerpo hacia delante y quedando con las piernas ligeramente flexionadas.
  • Regular el respaldo y la posición del volante para que se pueda accionar correctamente sin separar la espalda del respaldo y de manera que los brazos queden ligeramente flexionados cuando se sujete en su posición normal.

Cuando termine de regular tanto el asiento como el respaldo, el conductor deberá regular los espejos retrovisores y colocarse apropiadamente el cinturón de seguridad.

Si mantiene la postura adecuada tendrá mayor libertad de movimientos en la conducción, viajando más cómodo y relajado, minimizando el riesgo de fatiga en los viajes más prolongados y reduciendo el número y la gravedad de las lesiones en caso de accidente.

4. Elementos de seguridad activa

Los elementos de seguridad activa o primera son los que se incorporan en el vehículo con el objetivo de reducir la probabilidad de accidentes.

4.1 Los neumáticos

Se trata de los únicos elementos del vehículo que están en contacto con el suelo. Una de sus partes principales es la banda de rodadura, en la que se encuentran unos canales y ranuras que permiten el agarre del vehículo al pavimento (formando la adherencia).

Asimismo, cuando existe agua en la calzada, el dibujo evacúa permitiendo así el contacto con el suelo.

Tipos de neumáticos

  • Neumático sin cámara (TUBELESS): el aire se almacena en el interior del conjunto que se forma por la llana y la cubierta. Este neumático tiene la ventaja de que, si se pincha, el aire se pierde lentamente, por lo que el conductor tiene más tiempo para reaccionar.
  • Neumático con cámara: el aire se almacena en una cámara instalada en el interior, haciéndolos menos seguros. 

Características de los neumáticos


  • 195: anchura nominal en milímetros
  • 65: altura del flanco (perfil) que será el 65% del neumático
  • R: estructura del neumático radial
  • 15: diámetro interior en pulgadas
  • 91: índice de carga máxima por neumático. El 91 (615 kg) corresponde con el montaje sencillo.
  • H: símbolo de velocidad máxima (máx. 210 km/h)
  • TUBELESS: neumático sin cámara
  • DOT 4015: fecha de fabricación (semana 40 del año 2015)
  • M+S, M&S o MS: estos símbolos los llevan los neumáticos usados para mejorar el agarre en barro y nieve. M significa MUD, barro. S significa SNOW, nieve.

Etiquetado de los neumáticos

Los distribuidores de neumáticos tienen la obligación de informar cuando proceda a través de un adhesivo o de una etiqueta exhibida en el punto de venta de:

  • Su eficiencia en cuanto al consumo de carburante
  • Su clase de adherencia en superficie mojada
  • Su nivel de ruido de rodadura

Mantenimiento de los neumáticos

El mal estado de los neumáticos es la principal causa de accidentes debido a fallo del vehículo. Por esta razón el conductor deberá prestarles la atención que precisen y realizar sistemáticamente el mantenimiento adecuado.

Los neumáticos radiales son los más usados, además de calentarse menos que los diagonales.

Presión de inflado

Le presión de inflado se debe comprobar periódicamente (cada 15 días aproximadamente) debiendo ajustarse a lo señalado por el fabricante en función de la carga y la vía.

Esta comprobación debe hacerse con los neumáticos en frío y usando un manómetro en buen estado. Si lo hace con los neumáticos calientes no deberá quitarse el aumento producido, debido a que es normal y el fabricante lo ha previsto.

En los vehículos que llevan ruedas gemelas sus neumáticos deberán tener la misma presión.

Cuando la presión de inflado no es correcta

En caso de que la presión de inflado sea inferior a la indicada:

  • Se deformarán más los flancos, se calienten de forma excesiva y por tanto aumenta el riesgo de reventón.
  • Se desgastan más y más deprisa por los bordes de la banda de rodadura (hombros).
  • Se reduce la adherencia, lo que es muy peligroso con pavimento deslizante. Asimismo, aumenta el riesgo de aquaplaning.
  • Cuesta más mover la dirección del vehículo.
  • El vehículo pierde estabilidad y aumenta el consumo de carburante, por lo que la rueda se desinfla y ofrece más resistencia a la rodadura.
Si la presión de inflado es superior a la indicada:
  • Disminuye la zona de contacto con el pavimento y con ello la adherencia.
  • Se desgasta más y más deprisa por el centro de la banda de rodamiento.
  • No absorben bien las irregularidades del terreno, por lo que el vehículo vibra más y se deterioran los órganos de suspensión.
Si la presión entre ruedas del mismo eje está descompensada, haciendo la conducción más peligrosa:
  • Cada rueda tendrá un agarre y un rozamiento distinto al que se preveía
  • El vehículo tenderá a irse hacia el lado de la rueda más desinflada
  • La frenada será más irregular, acentuándose la desviación mencionada

Otras operaciones de mantenimiento

  • Retirar las piedras incrustadas en el dibujo y en caso de montaje gemelo revisar también el hueco que queda entre las ruedas, ya que una piedra podría dañarlas.
  • Equilibrar las ruedas. Tendrá que colocar unas pequeñas piezas de plomo que actúen como contrapesos en la llanta para que la rueda gire sin vibraciones. Si se pierden, se producen vibraciones en las ruedas que se transmiten al volante cuando el vehículo alcanza una velocidad dada. Las vibraciones dañan los neumáticos, la suspensión, la dirección, etc.
  • Limpiar las ruedas de grasa, líquido de frenos, disolventes u otros productos abrasivos, así como inspeccionar los posibles desgastes anormales.

Factores que aumentan el desgaste de los neumáticos

Existen algunos factores que, junto con la presión de inflado, aumentan el desgaste de los neumáticos:

  • La forma de conducir: aceleraciones, frenazos, alta velocidad, golpes o roces contra los bordillos, etc.
  • Las malas condiciones del vehículo: dirección desalineada, ruedas desequilibradas, amortiguadores desgastados, frenos mal reglados, exceso de carga o mal estibada, etc.
  • Las condiciones de la vía: el tipo y estado de pavimento, el calor (hay un mayor desgaste a altas temperaturas) y el uso de cadenas para la nieve.

Con el objetivo de reducir el desgaste y el consumo de combustible, algunos vehículos permitirán elevar un eje cuando el vehículo circula sin carga. Ésta será retráctil y descargable.

Cambio de neumáticos

Los neumáticos de aquellos vehículos con una MMA mayor a los 3500 kg deberán sustituirse cuando la profundidad de las ranuras principales de la banda de rodadura no garantice la adherencia al pavimento, o en caso de que éstas presenten cortes, grietas, abultamientos u otro tipo de desgaste.

Es recomendable observar la fecha de fabricación del neumático debido a la pérdida de elasticidad y adherencia que se produce con el tiempo de uso.

Los neumáticos nuevos no podrán tener un índica de carga o de velocidad que sea menor al indicado por el fabricante.

Existen dos alternativas al cambio de neumáticos:

  • Regrabado del dibujo: sólo puede realizarse en aquellos neumáticos que lleven la palabra REGROOVABLE o el símbolo U, de los vehículos con una MMA mayor a 3500 kg.
  • El recauchutado del neumático: consiste en pegar una nueva banda de rodamiento sobre la cercada anterior. Se deberá comprobar frecuentemente el estado de la banda de rodadura, debido a que puede despegarse del resto del neumático.

4.2 Los frenos

Tendrán la finalidad de reducir la velocidad del vehículo, llegar a detenerlo o de inmovilizarlo cuando fuera preciso. Funcionan haciendo rozar una parte inmóvil (las pastillas de freno o zapatas) con una parte móvil (los discos o tambores).

Los camiones deberán ir provistos de un sistema de frenado que proporcione las siguientes funciones:

  • Frenado de servicio: capaz de disminuir su velocidad y detenerlo de manera rápida, segura y eficaz.
  • Frenado de socorro: con la misma función que el anterior, actuará cuando éste no lo haga.
  • Frenado de estacionamiento: utilizado para mantener inmóvil el vehículo.
Frenado de discoFreno de Tambor
El disco gira unido a la rueda y al frenar, las pastillas lo comprimen y lo frenan.El tambor gira unido a la rueda y al frenar, las zapatas se expanden y lo frenan

El tipo de freno más usado en la actualidad es el freno de disco, debido a que ofrece mayor seguridad en la frenada y se refrigera mejor, retrasando la aparición del fading (pérdida de eficacia por calentamiento excesivo).

En los vehículos más pesados el sistema de mando neumático es el más usado para accionar las pastillas o zapatas.

Está compuesto por un compresor, accionado por el motor, que suministra aire a presión a los calderines donde se va acumulando.

Cuando el aire acumulado en los calderines alcanza su mayor presión, se abre una válvula de descarga, evitando así sobrepresiones en el circuito.

Cuando se acciona el pedal de freno se abre una válvula de paso que permite que le aire comprimido llegue a los pulmones de las ruedas, donde ejercerá la fuerza necesaria a los elementos frenantes.

El sistema también estará dotado con un manómetro que informa al conductor de la presión de aire que hay en el circuito, debido a que si existe alguna fuga puede dejar de funcionar.

Sistemas de ayuda a la frenada

ServofrenoReduce el esfuerzo que debe realizar el conductor para frenar siempre que el motor esté encendido

Freno motor (en el escape)

Ralentizadores

Freno Eléctrico 

Permiten reducir o mantener la velocidad sin usar el freno de servicio y sin entrar en rozamiento ninguno de sus elementos, reduciendo su desgaste y garantizando una reserva de potencia de frenado que reduzca el fading.

Sólo actúa en las ruedas motrices, por lo que en condiciones de baja adherencia no es recomendable usarlos, ya que puede producir derrapes.

ABS Sistema Antibloqueo

Evita el bloqueo de la ruedas en caso de frenado de emergencia, permitiendo con ello el control de la trayectoria del vehículo.
BAS Asistencia a la frenada de emergenciaDetecta cuando se lleva a cabo una frenada de emergencia y asegura que todas las ruedas reciben la máxima presión de frenado sin bloquearlas.
EBV Distribución electrónica de la frenadaRegula la frenada en el eje delantero y trasero según la masa que recae sobre cada uno, enviando más o menor presión a las ruedas.
EBS Control electrónico del sistema de frenadoAl pisar el pedal de freno se activan todos los cilindros del freno de servicio, de manera que reaccionan inmediata, simultánea y uniformemente, evitando que haya periodos largos de flujo para aumentar o disminuir la presión.

Uso de los frenos

Además de las condiciones de adherencia, en los vehículos pesados se deberá tener presente su masa y la de la carga, debido a que tanto la distancia de frenado como la eficacia de los frenos varían en función de lo que cargue el vehículo.

Cuando sea posible, el frenado de un autobús se debe realizar con la máxima antelación y usando el freno de servicio lo mínimo posible.

Para ello, el conductor debe anticiparse a las situaciones que le fuercen a reducir la velocidad y aprovechar la retención que produce el motor cuando circula con una marcha engranada, sin acelerar ni pisar el embrague (el freno de motor convencional).

Asimismo, también se podrá utilizar los dispositivos ralentizadores señalados (tienen varias posiciones para aumentar su eficacia).

En los descensos prolongados, para mantener o reducir la velocidad, el conductor usará en primer lugar el dispositivo ralentizados.

Si esto no fuera suficiente, tendrá que frenar de forma progresiva para reducir la velocidad y cambiar a una marcha más corta, debido a que con esto aumenta la retención del motor y la eficacia de los ralentizadores.

En ningún caso se deberá utilizar de forma continuada el freno de servicio, ya que podría perder su eficacia si se caliente.

En caso de emergencia si el vehículo no estuviera dotado con ABS, se deberá frenar con fuerza, pero sin bloquear las ruedas, debido a que si lo hacen aumentará la distancia de frenado y se pueda perder el control sobre la dirección del vehículo.

Para evitar esto se deberá reducir la presión realizada sobre el pedal al menor síntoma de bloqueo.

En los vehículos equipados con ABS se podrá pisar a fondo el pedal de freno, dado que ya no existirá el riesgo de bloqueo.

Mantenimiento del sistema de frenado

  • Comprobar el desgaste de las pastillas de freno o zapatas, algunos vehículos tienen un testigo en el cuadro de instrumentos que avisa cuando están desgastados. Asimismo, se deberá verificar que la superficie de los discos y tambores no está desgastadas o rayadas, debiendo sustituirlas en caso contrario.
  • Comprobar el estado de las tuberías, canalizaciones y demás conexiones del circuito de frenado.
  • Eliminar periódicamente el agua que se acumula en los calderines a causa de la condensación de la humedad del aire, a través de los sangradores o purgadores que tienen instalados. Cuando mayor sea el nivel de agua menor será la capacidad para almacenar aire. En invierno se recomienda realizar este proceso a diario.
  • Comprobar el cartucho del sistema secador de aire y sustituirlo cuando indique el fabricante.
  • Comprobar y limpiar el filtro de aire que tiene el sistema de frenado neumático.
  • Comprobar el estado y tensión de la correa que acciona el compresor del sistema neumático de frenado. No deberá tener cortes o grietas.
  • Comprobar, una vez al año, el nivel del líquido anticongelante.
  • Limpiar periódicamente las aletas de refrigeración del compresor ya que en caso de estar sucias no permiten una buena refrigeración y se pueden producir averías.
  • Antes de comenzar la marcha se deberá esperar, con el motor encendido, a que los manómetros sindiquen que el circuito tiene suficiente presión de aire.
  • Evitar el sobrecalentamiento de los frenos debido a que el exceso de temperatura puede cristalizarlos y reducir de forma considerable su eficacia.
  • Evitar utilizar el freno de estacionamiento con los frenos calientes, debido a que pueden deformare los tambores 

En caso de que el circuito de frenos sea de accionamiento hidráulico, se deberá comprobar el nivel del líquido de frenos.

Deberá estar entre las marcas de máximo y mínimo del depósito y sustituirlo cuando lo indique el fabricante, aproximadamente cada 2 años.

Averías más habituales

SíntomaCausaSolución
Es necesario apretar el pedal con más fuerza de lo habitual.Desgaste de pastillas o zapatas. Puede escucharse un ruido metálico.Llevar el vehículo al taller.
Cuando se pisa el pedal de freno, el vehículo se desvía hacia un lado.La frenada en las ruedas de un mismo eje no es exactamente de la misma eficacia.Llevar el vehículo al taller. Si es una frenada de emergencia puede ser muy peligroso.
Con el motor en marcha no se alcanza la presión de aire adecuada, no se mantiene o, cuando se para, cae rápidamente.Existe alguna fuga de aire en el sistema: tuberías, conexiones, etc. El circuito no es estanco.Comprobar posibles fugas y llevar el vehículo al taller.
Al frenar se notan vibraciones.Discos o tambores deformados.Llevar el vehículo al taller.
El nivel de líquido de frenos baja repentinamente.Existe alguna fuga de líquido.Llevar el vehículo al taller.
Al pisar el pedal tiene un tacto blando y esponjoso.Existe aire en el circuito hidráulico.Vaciar el aire a través de los sangradores (purgadores).

4.3 La suspensión del vehículo

Es el conjunto de elementos que unen la parte suspendida del vehículo (bastidor, carrocería, etc.) con la parte no suspendida (el conjunto de ruedas y ejes). Este sistema tiene el objetivo de:

  • Mantener la estabilidad del vehículo y garantizar el apoyo constante de las ruedas sobre el pavimento de manera que se garantice su adherencia .
  • Evitar que las irregularidades del terreno se transmitan al habitáculo del vehículo, aumentando el confort y la comodidad 

En los camiones el sistema de suspensión se compone de:

  • Unos elementos elásticos encargados de absorber las irregularidades del terreno, mantener la altura de la carrocería y soportar su masa. Estos elementos son:
    • Las ballestas: para suspensiones mecánicas.
    • Los cojines de aire: usados en suspensiones neumáticas. Conserva la altura de la carrocería con independencia de su carga transporta, así como permite su regulación en las operaciones de acceso o bajada de los pasajeros.
    • Los amortiguadores: tienen la finalidad de frenar las oscilaciones de los elementos elásticos, reduciendo tanto su amplitud como su frecuencia.
    • Una barra estabilizadora por eje, encargadas de mantener el vehículo en posición horizontal, evitando inclinaciones excesivas en las curvas o en los baches 

Mantenimiento y prevención de averías en la suspensión

  • Verificar la fijación de los elementos de la suspensión y el estado de sus articulaciones: brazos, tirantes, triángulos, rótulas, silent-blocks, etc .
  • Verificar el estado de las canalizaciones del sistema neumático.
  • Verificar el estado de los amortiguadores y sustituirlos siguiendo las recomendaciones del fabricante. La pérdida de líquido es un síntoma de que están deteriorándose.
  • Observar la horizontalidad del vehículo. Con el trascurso del tiempo los elementos elásticos pueden perder dicho efecto y disminuir la altura de la carrocería, por lo que en tal caso deberán sustituirse.
  • Si el vehículo lleva ballestas, se deberá comprobar que sus láminas no están rotas y que no existe ninguna avería que dificulte su deslizamiento de manera suave y progresiva.
  • Engrasar periódicamente los diferentes puntos de la suspensión siguiendo las indicaciones del fabricante. En algunos vehículos esta operación se realizará de manera automática 

4.4 La dirección del vehículo

Se trata del conjunto de elementos que tienen la finalidad de orientar las ruedas directrices según el destino indicado por el conductor.

Estas ruedas normalmente son las delanteras, aunque hay vehículos que usan configuraciones que proporcionan una mayor maniobrabilidad.

En este sentido, los autobuses de más de 12 metros suelen tener dos ejes directrices, uno delante y otro en la parte de atrás.

En la actualidad hay diferentes sistemas que facilitan el accionamiento de la dirección y aumentan su precisión, como la servodirección o dirección asistida, que reducen el esfuerzo que debe realizar el conductor para orientar las ruedas siempre que el motor esté funcionando.

Asimismo, algunos vehículos incorporan un sistema que adapta el esfuerzo que se tiene que realizar para accionar el volante según la velocidad de circulación, permitiendo maniobrar con menor esfuerzo.

Mantenimiento y prevención de averías

  • En caso de que la dirección sea asistida hidráulicamente, se deberá comprobar el nivel de líquido que hay en el depósito, debiendo mantenerse entre el máximo y el mínimo, y sustituirlo cuando lo señale el fabricante .
  • Comprobar el alineado de la dirección y que no existan holguras.
  • Evitar circular con los neumáticos bajos de presión y la carga excesiva en la zona cercana al eje directriz, debido a que aumentaría el esfuerzo a realizar para accionar el volante y el desgaste de los elementos del sistema.
  • Evitar los golpes con bordillos, baches, resaltos, etc., debido a que podrían modificarse las cotas de la dirección (convergencia-divergencia, avance-salida y caída). Evite afrontar los resaltos cuando esté frenando.
  • Comprobar la correa que acciona la bomba de dirección asistida.
  • Engrasar las rótulas, ejes y demás puntos del sistema que señale el fabricante. Los guardapolvos que cubren estos elementos deberán estar en perfecto estado para evitar la pérdida de grasa y que penetre el polvo y la humedad 

Averías más frecuentes

SíntomaCausaSolución
El vehículo se desvía hacia un lado cuando se suelta el volante.Presión de inflado en ruedas del mismo eje descompensada o alineado incorrecto.

1º.Comprobar la presión de inflado .

2º. Llevar el vehículo al taller .

Dirección dura. Hay que hacer fuerza para mover el volante.Neumáticos con poca presión. Cotas de dirección incorrectas.1º.Comprobar la presión de inflado .

2º. Llevar el vehículo al taller .
Dirección muy dura. Cuesta mucho mover el volante y se producen ruidos.Dirección asistida con poco líquido, averiada o falta de engrase en alguna rótula.Comprobar nivel del líquido y el estado de la correa de la bomba. Llevar el vehículo al taller.
Dirección con holgura. Al girar no hay una respuesta rápida.Algún elemento del sistema está desgastado.Llevar el vehículo al taller
Dirección inestableCotas de avance y salida incorrectas (silent-block dañado)Llevar el vehículo al taller

4.5 Las luces del vehículo

Tienen la misión de permitirnos ver, ser vistos y de señalizar.

Algunas de las últimas innovaciones tecnológicas incorporan los siguientes elementos:

  • Lámparas xenón: emiten una luz azulada intensa, similar a la luz natural, que aumenta la visibilidad frontal y lateral y reduce la fatiga ocular, así como la probabilidad de deslumbrar
  • Luces adaptativas: el haz luminoso de los faros se orienta en función del giro del volante mejorando la visibilidad en las curvas y cruces
  • Luces diurnas: aumentan la visibilidad del vehículo en cualquier circunstancia

Mantenimiento del sistema

  • Verificar de manera periódica que funcionan correctamente todas las luces y que no hay grietas o roturas en los faros del vehículo .
  • Cuando alguna luz no funcione se deberán comprobar los fusibles según se indique en el libro de mantenimiento del vehículo. Los fusibles tienen la misión de proteger los circuitos eléctricos de posibles subidas de intensidad de corriente, evitando daños en los elementos del circuito. Si alguno estuviera fundido, deberá ser sustituido por uno nuevo que tenga el mismo voltaje y amperaje, sin que se permitan los puentes.
  • Regular los faros periódicamente: debe ajustar, vertical y horizontalmente, el haz luminoso proyectado por los faros, de manera que la luz tenga la dirección y características necesarias para que la iluminación sea efectiva.
  • Asimismo, en caso de que el vehículo lleve lámparas de descarga o de xenón, deberá mantener limpios los faros con el sistema de limpieza. Cuando se funda una de estas lámparas, deberá cambiarla personal especializado debido a que la tensión con la que funcionan es elevada y puede alcanzar los 20.000 voltios. 

4.6 Otros sistemas de seguridad activa

Control de estabilidad

El Control Electrónico de Estabilidad (ESP) detecta si el vehículo comienza a derrapar y actúa sobre el freno y la tracción de cada rueda, para conseguir que el conductor recupere el control.

Control de tracción

El control de tracción (ASR, TCS, etc.) detecta si alguna de las ruedas motrices gira más rápido de lo que debería y actúa sobre la potencia del motor y/o sobre el sistema de frenado para corregir el problema.

Algunos de estos sistemas permiten arrancar en suelos deslizantes, conversar mejor la estabilidad del vehículo en curvas, al subir una pendiente o con lluvia.

Limitador de velocidad

Los vehículos de motor de las categorías N2 y N3 (los que tienen una MMA mayor a 3500 kg) sólo podrán circular por la vía pública si tienen instalado un dispositivo de limitación de velocidad regulado de tal forma que su velocidad no pueda ser mayor a los 90 km/h.

Sin embargo, no será obligatorio para los siguientes vehículos:

  • Camiones usados por las fuerzas armadas, fuerzas de orden público, protección civil, servicios contra incendios y demás servicios de urgencia.
  • Camiones que por su construcción no puedan superar los 90 km/h.
  • Camiones usados con el fin de ensayos científicos en carretera.
  • Camiones que sean usados sólo para servicios públicos en áreas urbanas. 

5. Elementos de seguridad pasiva

Los elementos de seguridad pasiva o secundaria son los que están dirigidos a reducir las consecuencias de los accidentes, bien porque evitan las lesiones o porque las reducen.

5.1 La estructura metálica (bastidor-carrocería)

En los camiones la estructura metálica está compuesta por el bastidor (largueros y travesaños) y por la carrocería (cabina y la caja o plataforma).

El fin de la carrocería es el de proteger a los ocupantes en el caso de que ocurra un accidente. Para este fin incorporan elementos que permiten su deformación y absorben una gran cantidad de energía del impacto.

Esta deformación, sin embargo, es limitada, debido a que el espacio cercano a los pasajeros (la cédula de supervivencia) deberá conservarse prácticamente sin deformación (toda la energía que no absorba la estructura del vehículo será absorbida por los ocupantes).

Deberán construirse y equiparse de manera que no tengan, ni en su interior ni en el exterior, adornos u otros elementos con aristas salientes que presenten peligro para sus ocupantes o para los demás usuarios de la vía pública.

5.2 Protecciones contra el empotramiento

Los vehículos deberán construirse y equiparse de manera que ofrezca en toda su anchura una protección eficaz contra el empotramiento de los vehículos de las categorías M1 y N1 que puedan chocar con su parte trasera.

Para los vehículos de las categorías N2, N3, O3 y O4, se considera que esta protección es eficaz:

  • Cuando la forma y características de la parte de atrás del vehículo respondan, en dimensiones y resistencia a la deformación, a lo establecido en la reglamentación vigente.
  • Cuando el vehículo esté equipado con un dispositivo de protección trasera contra el empotramiento que responda, en dimensiones y resistencia, a la deformación, según lo establecido en la reglamentación vigente. 

Quedarán exentos de esta obligación:

  • Los tractocamiones.
  • Los vehículos en los que su presencia sea incompatible con su utilización y así lo establezca su documentación.
  • Los remolques que transporten maderas sin desbastar o piezas de gran longitud.
  • Los tractores agrícolas, remolques agrícolas y el resto de la maquinaria agrícola. 

5.3 Las protecciones laterales

Los vehículos tendrán la obligación de disponer de protecciones laterales de manera que se permite a los usuarios de la carretera que no están protegidos, disponer de una protección eficaz en caso de caer bajo la parte lateral del vehículo o ser atrapados por las ruedas del mismo.

El dispositivo podrá consistir en una superficie continua plana, en uno o más largueros horizontales o en una combinación de los mismos.

No obstante, cuando se utilicen largueros, éstos no serán de más de 30 cm entre sí. Esta protección no podrá aumentar la anchura total del vehículo ni adelantarse más de 12 cm.

5.4 Los cristales

Actualmente los vehículos usan cristales laminados (dos cristales pegados en una lámina de plástico).

Estos cristales aumentarán la seguridad en caso de sufrir un impacto, debido a que en caso de rotura no se fragmentan en pequeños trozos, sino que conservan la visibilidad y evitan las lesiones que se podrían producir en caso de que se rompiera.

5.5 El cinturón de seguridad

Tiene el objetivo de retener el cuerpo en caso de colisión o vuelco, evitando que los ocupantes se golpeen de forma violenta o salgan despedidos al exterior.

En los autobuses, será obligatorio para el conductor y los pasajeros de más de 3 años edad cuando los asientos estén equipados con el mismo.

Para que el cinturón pueda ofrecer la protección adecuada deberá estar en perfecto estado y correctamente colocado:

  • La cinta torácica deberá atravesar el centro del pecho y pasar sobre la clavícula.
  • La cinta abdominal debe estar colocada sobre la pelvis y rodear los huesos de la cadera.
  • Deberá estar bien ajustado al cuerpo y sería recomendable que no usara prendas como abrigos mientras conduce, debido a que reducen su eficacia. Está prohibido el uso de pinzas para reducir la presión. 
Últimos avances en los cinturones
  • Sistema limitador de la carga: además de la elasticidad de la cinta, los cinturones podrán tener un sistema que alivia la presión sobre el conductor cuando la fuerza sobre pecho o pelvis ha alcanzado unos valores excesivos, reduciendo el riesgo de lesión interna o de latigazo cervical.
  • Pretensores pirotécnicos: son unos dispositivos que se disparan al detectar el impacto del vehículo y consiguen una mejor sujeción, debiendo sustituirse después de un fuerte impacto.

5.6 Los airbags 

Se trata de una bolsa de aire que se infla de forma automática cuando se produce una deceleración instantánea del vehículo de suficiente intensidad.

Su misión es evitar el impacto directo de los ocupantes contra los distintos elementos del vehículo, disminuyendo la posibilidad de sufrir lesiones.

Se infla a una velocidad aproximada de 300 km/h por lo que, de no usarse el cinturón, podrá ser golpeado por él de forma violenta. Se trata de un elemento que complementa al cinturón y que no lo sustituye.

Asimismo, no se deberán colocar objetos cerca del mismo, debido a que pueden salir despedidos y golpear violentamente a los ocupantes.

5.7 Elementos de seguridad preventiva

Son aquellos que no pueden considerarse elementos de seguridad activa o pasiva pero que asisten al conductor en su misión de mantener la atención o facilitan su respuesta. Algunos de estos elementos son:

  • La temperatura del habitáculo.
  • El confort y la ergonomía.
  • Elementos que proporcionan visibilidad al conductor.
  • Limpiaparabrisas: se deberán cambiar las escobillas cuando se vea que están endurecidas, cuarteadas o cuando el barrido sea irregular, dejando zonas sin limpiar o produciendo ruidos cuando se activen.
  • Lavaparabrisas: deberá revisar de forma periódica el nivel de líquido del lavaparabrisas y rellenarlo por completo. Asimismo, también debe verificar que los orificios de salida hacia el parabrisas no están obstruidos y que el chorro de agua llega a la parte más alta del arco definido por las escobillas. En invierno deberá adir algún anticongelante para evitar que el agua se congele .
  • Dispositivos antihelio y anti vaho (ventilación/climatizador y luneta térmica) 

6. La vía y su entorno como causas de accidentes

Con el fin de que la conducción no se convierta en una actividad peligrosa, el conductor deberá considerar siempre la adherencia que proporciona el pavimento de la vía, su trazado y las condiciones climatológicas.

6.1 La adherencia

La adherencia variará en función de muchos factores, siendo los más significativos los relacionados con el vehículo, así como con el tipo y estado del pavimento de la vía.

Asimismo, los camiones se ven especialmente afectados por las condiciones de carga debido a que cuando circulan vacíos tienen una menor adherencia.

El peligro de deslizamiento aumentará en pavimentos de tipo liso, mojado, sucio, con nieve, con hielo u otros.

6.2 Las curvas

Se trata de una de las zonas más peligrosas de la vía. En las curvas el vehículo está sometido a las siguientes fuerzas:

  • Fuerza centrípeta: surge a raíz de las actuaciones que realiza el conductor para trazar la curva.
  • Fuerza centrífuga: se produce cuando el vehículo es empujado al exterior de la curva. La fuerza que lo empuja variará en función de su masa, velocidad o de lo cerrada que sea la curva.

6.3 El comportamiento del conductor

Antes de llegar a acceder a una curva el conductor debe analizar el estado del pavimento, el radio de la curva, su peralte y demás señalización que se encuentre en la vía (como el grado de peligrosidad, la sucesión de curvas, etc.).

Por esta razón el conductor tiene que:

  • Decelerar antes de entrar en la curva colocando, si es necesario, una marcha que permita una mejor aceleración.
  • Girar el volante con suavidad y de forma precisa. El giro del volante variará según el trazado de la curva y la velocidad que lleve. Si es superior a 60 km/h se recomienda que empuje el volante hacia arriba, y si es menor que lo haga tirando hacia abajo.
  • Cuando tenga controlada la trayectoria del vehículo, se acelera de forma paulatina.
  • Seguir acelerando conforme se sale de la curva y se endereza el vehículo al incorporarse a la recta.

Nunca se deberá tomar una curva con el embrague pisado o en punto muerto.

7. Las condiciones meteorológicas o ambientales adversas

7.1 El viento

El viento supone un peligro para la conducción cuando sopla de costado, debido a que si lo hace con gran fuerza puede cambiar la trayectoria del vehículo e incluso llegar a volcarlo, sobre todo en caso de vehículos voluminosos que no llevan carga.

Asimismo, el peligro aumentar cuando sopla a ráfagas o cuando el vehículo pasa por algún obstáculo que hace de pantalla al viento, como edificios, montañas, etc. Se podrán producir desviaciones que pueden sorprender al conductor.

Con el fin de disminuir estos efectos del viento lateral se debe:

  • Disminuir la velocidad y aumentar la distancia lateral de seguridad.
  • Aumentar la sujeción de la dirección y contrarrestar el impulso lateral de las ráfagas de viento inclinando el ciclomotor en la dirección opuesta o, si se puede, girando contra él.

7.2 La lluvia

La conducción cuando hay lluvia requiere de más precauciones de las normales, debido a que además de reducir la visibilidad, cuando la lluvia cae en la calzada, sobre los cristales o espejos del vehículo, se reduce la adherencia. Si no se adapta la manera de conducir se podrá perder el control del vehículo.

Uno de los momentos que requieren mayor precaución es cuando empieza a llover, debido a que cuando caen las primeras gotas se mezclan con la suciedad acumulada en la calzada y se forman barrillo que hace el pavimento especialmente deslizante.

Cuando la calzada queda limpia debido al efecto de la lluvia prolongada, sin embargo, sigue habiendo problemas de adherencia, pero son algo menos importantes.

Otro problema que presenta la lluvia es que al almacenarse el agua en la calza hay posibilidad de sufrir aquaplaning, debido a que si la velocidad es excesiva el dibujo de los neumáticos no podrá evacuar el agua y el vehículo se deslizará sobre la capa que queda entre el neumático y el pavimento sin llegar a responder las órdenes de la dirección o el freno, perdiendo el contacto con el suelo.

Debido a ello, con el fin de evitar sufrir un accidente, además de mantener los neumáticos con la presión y el dibujo apropiados, se tiene que:

  • Usar las luces apropiadas para ver mejor y hacerse notar, accionar el limpiaparabrisas (con la velocidad más lenta que se pueda dar) y los dispositivos anti vaho.
  • Reducir la velocidad y aumente la distancia de seguridad hasta el doble de la mínima.
  • Frenar con mayor antelación y suavidad.
  • Probar la eficiencia de los frenos después de pasar por tramos de la vía que estén inundados o con balsas de agua.

Si la lluvia fuera de tipo torrencial, lo mejor es estacionar en un lugar seguro y alto, dejando encendidas las luces de posición y de emergencia en su caso.

7.3 La niebla

La niebla se forma por pequeñas partículas de agua que reducen la visibilidad y la adherencia, por lo que el conductor deberá seguir las siguientes indicaciones:

  • Aumente la precaución cuando conduzca cerca de ríos o zonas húmedas donde aparece la niebla con mayor frecuencia.
  • Encienda las luces que corresponda, fijándose en las marcas viales y señales de la calzada. Mantenga limpio de gotas el parabrisas y el habitáculo ventilado. Se podrán empeñar los cristales e incluso formarse hielo si la temperatura es muy baja.
  • Aumente la distancia de seguridad y adapte la velocidad según su campo de visión y adherencia

7.4 La nieve

La conducción con nieve es especialmente peligrosa y reduce de manera considerable tanto la visibilidad como la adherencia.

Igual que ocurre con la lluvia, la nieve es especialmente deslizante cuando caen los primeros copos o cuando estén recién caída y blanda.

La situación será más peligrosa cuando la nieve se haya endurecido o congelado, dado que en este caso tiene el mismo efecto que el hielo.

Algunas indicaciones para reducir el riesgo de accidente en esta situación son:

  • Use el alumbrado que corresponde para ver y que el vean mejor. Quite la nieve que se acumule en los cristales y use gafas de sol si los rayos le deslumbran.
  • Use la marcha más larga o alta posible:
    • Cuando inicie la marcha: así como poner las ruedas rectas, suelte muy lentamente el embrague y mantenga una aceleración suave y constante.
    • Cuando circule y pase por curvas: deberá circular a velocidad muy reducida y aumentar de forma considerable la distancia de seguridad.
    • En las pendientes ascendentes: deberá subir lentamente y a una velocidad sostenida, debido a que si las ruedas patinan el vehículo puede deslizarse hacia atrás.
  • Use la marcha más corta posible en las pendientes descendentes, bajándolas lentamente y usando los frenos lo mínimo posible.
  • Use los mandos del vehículo con más antelación y mayor suavidad.
  • Circule por los surcos delos demás vehículos si hay mucha nieve.

En caso de que viaje y crea que puede llegar a negar, además de llevar consigo las cadenas es recomendable que lleve el depósito de combustible lleno, el móvil cargado, ropa de abrigo, comida, linterna y otros, debido a que puede quedarse bloqueado.

7.5 El hielo

Se trata del fenómeno atmosférico más peligroso que podemos tener en la carretera, debido a que cuando nos damos cuenta de su existencia es fácil que ya estemos patinando.

Sobre el hielo la adherencia es prácticamente nula, menor que si circula sobre nieve compacta. El vehículo no responde al giro del volante y la distancia de frenado puede aumentar hasta 10 veces más.

Para evitar la posibilidad de accidente el conductor deberá anaiticparse y averiguar su presencia, siendo más frecuente:

  • Por la noche o al amanecer
  • Cuando la temperatura exterior sea cercana o por debajo de los 0ºC
  • En las zonas sombrías o en los lugares húmedos
  • En los puentes, pasos superiores e inferiores y en las cunetas

En caso de que se detecte una placa de hielo sobre la calzada, lo mejor es no atravesarla.

Si tiene que hacerlo, sin embargo, se deben llevar a cabo las mismas precauciones que para circular sobre la nieve, pero aumentándolas (sin frenar ni acelerar sobre la capa de hielo).

Dispositivos para mejorar la adherencia sobre nieve o hielo

En los casos en que se tenga que circular sobre pavimento con nieve o hielo se podrá mejorar la adherencia con:

  • Cadenas para la nieve:
    • De acero: Deben ser retiradas cuando no sean necesarias.
    • De fibra textil: son menos duraderas, pero no generan vibraciones
  • Neumáticos especiales:
    • Para barro o nieve (M+S): sus tacos están divididos en láminas que evacúan el barro o la nieve.
    • Con clavos: estos clavos tendrán los cantos redondeados y no sobresaldrán más de 2 mm.

Estos dispositivos deberán estar montados como mínimo, en las ruedas motrices (las que reciben la fuerza del motor) estén colocadas en el eje trasero o en el delantero.

También existe un spray que se aplica a la banda de rodamiento para mejorar adherencia en momentos puntuales.

En algunos casos las autoridades encargadas de la regulación del tráfico podrán obligar a usar estos dispositivos con esta señal, la cual obliga a no continuar la marcha sin cadenas para nieve u otros dispositivos autorizados que actúan al menos en una rueda a cada lado del mismo eje motor.

En este caso el spray no se considerará un dispositivo autorizado. En caso de que no cumpla con esta obligación, los agentes sancionarán la infracción e inmovilizaran el vehículo.